Libaneses se manifiestan por condiciones de vida, en tanto el parlamento se reúne

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El parlamento libanés se reunió este martes para tratar la legalización del cultivo de cannabis con fines medicinales, que podría generar importantes ingresos al Estado, muy endeudado y en 'default' desde marzo, en tanto se realizan manifestaciones en Beirut.

Desde hace meses, Líbano sufre su peor crisis económica en 30 años, aumentada por la pandemia de covid-19 y las medidas preventivas que han paralizado al país.

La sesión parlamentaria tiene lugar en una vasta sala, fuera del hemiciclo, para respetar las medidas de distanciamiento ante la propagación del coronavirus.

Simultáneamente, manifestantes en coches, desafiando la orden de confinamiento general, desfilaban en varios barrios de la capital y suburbios, denunciando el deterioro de sus condiciones de vida.

Actualmente, alrededor del 45% de la población vive bajo el umbral de la pobreza, según estimaciones oficiales.

Entre decenas de puntos que los diputados debatirán durante tres días, figura la legalización con fines médicos del cultivo del cannabis, un sector que después de décadas genera varios millones de dólares.

Si bien este proyecto de ley tiene consenso, otro sobre una amnistía general no cuenta con unanimidad.

Para sus defensores, ésta permitiría descongestionar las cárceles sobrepobladas del país, en tanto sus detractores la consideran una medida populista.

La amnistía involucraría a unos 1.200 "detenidos islamistas", procedentes sobre todo de la ciudad sunita de Trípoli, dominada por la Corriente del Futuro (partido del ex primer ministro Saad Hariri), y a miles de otras regiones, como Baalbek y Hermel, o miembros de los partidos chiitas Hezbolá y Amal, que tienen gran influencia.

Líbano, que a mediados de marzo decretó el estado de emergencia por el brote viral, ha contabilizado oficialmente 677 contaminados y 21 muertes.

bur-lar/bek/feb/age/mb