EEUU: Se rezaga ayuda para trabajadores independientes

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WASHINGTON (AP) — Después de que Rich Cruse vio cómo el ingreso de 3.000 dólares de su negocio de fotografía desaparecía rápidamente debido a la pandemia de coronavirus, intentó tramitar el subsidio por desempleo en California. Pero al igual que muchos estados, el suyo aún no acepta solicitudes de empleados independientes como él.

Eso dejó a Cruse, de 58 años, con ingresos mínimos obtenidos por entregar alimentos para Uber Eats cerca de San Diego. Y le preocupan los riesgos a la salud.

“Utilizo una mascarilla y prácticamente me como el desinfectante de manos”, declaró. “No se supone que estuviera haciendo esto”.

Incluso en momentos en que casi 17 millones de estadounidenses han solicitado las prestaciones del seguro de desempleo en las últimas tres semanas — un máximo histórico, por mucho — millones de personas aparentemente han quedado en el olvido. No pueden comunicarse vía telefónica o llenar sus solicitudes en línea debido a que los sistemas están saturados. O simplemente están confundidos sobre presentar o no sus solicitudes y cómo hacerlo.

Y ahora existe una categoría de personas completamente nueva: trabajadores de servicios por apps, contratistas y trabajadores independientes como Cruse. El paquete gubernamental de ayuda económica por 2,2 billones de dólares extiende por primera vez las prestaciones de desempleo para incluir a esos trabajadores que se han quedado sin empleo. Sin embargo, la mayoría de los estados aún no han actualizado sus sistemas para procesar dichas solicitudes.

Los problemas en los sistemas federales de desempleo gestionados por los estados contrastan con las protecciones más sólidas que brindan muchos gobiernos europeos para los millones de personas que han perdido su trabajo como resultado de la pandemia. En Francia, por ejemplo, 5,8 millones de personas — casi la cuarta parte de la fuerza laboral en el sector privado — se encuentran actualmente en un plan de “desempleo parcial”: Con la ayuda del gobierno, reciben parte de sus salarios mientras se encuentran despedidos temporalmente, o mientras trabajan menos horas.

Larisa Ignatovich, quien es trabajadora doméstica en la zona de París, es una de ellas. Las medidas de confinamiento en Francia indican que ella sólo puede salir de su casa a comprar alimentos o en caso de emergencia médica. Al momento en que se impusieron estas directrices en marzo, el trabajo de su marido en el sector de la construcción se redujo drásticamente, y ella ya no podía trabajar. Ignatovich temía que se quedaran sin dinero para comida y el alquiler.

Pero entonces el gobierno anunció programas especiales para ayudar a evitar los despidos a causa del virus. Conforme ese plan, los empleadores de Ignatovich seguirían pagándole y el gobierno les reembolsaría el 80% del monto.

Muchos gobiernos europeos intentan subsidiar salarios durante las crisis para que los trabajadores sigan vinculados a sus empleadores. En cambio, la postura habitual de Estados Unidos es la de proporcionar apoyo a los que perdieron su trabajo. Pero estos beneficios no cubren a todos. Y puede limitarse a seis meses o menos.

Algunos economistas arguyen que la postura europea explica por qué las tasas de desempleo no se disparan tanto durante las crisis como en Estados Unidos, y menos personas salen de las nóminas en comparación con Estados Unidos.

El nuevo paquete de ayuda de Estados Unidos incluye 350.000 millones de dólares en préstamos para pequeñas empresas que accedan a retener o recontratar a sus empleados. Estos créditos son condonados si se utilizan para el pago de salarios. Pero dicho programa tuvo un inicio turbulento, por lo que el secretario del Tesoro Steven Mnuchin ya solicitó al Congreso fondos adicionales dada la enorme cantidad de solicitudes de crédito.

Para los trabajadores con empleos tradicionales, las agencias de desempleo estatales pueden utilizar las declaraciones de impuestos para confirmar que están empleados y determinar su historial de ingresos para fijar sus niveles de prestaciones. Esos trabajadores son elegibles en parte debido a que sus compañías pagan a los fondos estatales de desempleo.

En contraste, los trabajadores independientes y de servicios por apps generalmente no han contribuido a los fondos de desempleo. Y tampoco tienen las plataformas en línea en las que trabajan. Ahora que son elegibles para el subsidio por desempleo, estos trabajadores tendrán que proporcionar el papeleo para documentar sus ingresos. Complicando aún más la situación, el gobierno federal está proporcionando unos 600 dólares de ayuda por desempleo a la semana, adicionales a lo que ofrecen los estados. Este dinero federal debe ser enviado a través de los estados, lo que representa otra nueva responsabilidad.

Todo esto toma tiempo, y eso significa dinero que no puede llegar rápidamente a los beneficiarios desempleados.

“Sospecho que podría tomar mucho más tiempo del que los gobiernos y trabajadores quieren para que lleguen estas prestaciones por desempleo”, dijo Dmitri Koustas, profesor adjunto de políticas públicas en la Universidad de Chicago.

Bajo el paquete de ayuda económica, el gobierno federal pagará los subsidios para los trabajadores independientes y otros grupos que obtuvieron elegibilidad recientemente. Pero los estados deben evaluar si un solicitante realmente cumple con los requisitos. Koustas dijo que muchos estados temen que deban cubrir esos gastos en caso de que aprueben por error a alguien.

Por esa razón, algunos estados están pidiendo que los trabajadores independientes y de servicios por apps tramiten primero las prestaciones por desempleo habituales. Sólo en caso de ser rechazados podrán solicitar la nueva cobertura federal.

En California, Cruse trató de solicitar el subsidio por desempleo luego de que se cancelaran dos de las carreras de ruta que fotografía para organizaciones benéficas. Pero después de llenar las solicitudes por internet, le informaron que no era elegible. El estado aún debe actualizar su sitio web para los trabajadores independientes.

Cruse solía tomar fotografías durante el atardecer en la playa, las cuales publicaba en las redes sociales para promocionar su negocio. Pero con las playas cerradas, ni siquiera puede hacer eso.

“El panorama no me favorece mucho al menos en los próximos dos o tres meses”, comentó.

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Los periodistas de The Associated Press Angela Charlton en París y Gary Robertson en Raleigh, Carolina del Norte, contribuyeron a este despacho.