Agricultores australianos, inquietos por cierre de fronteras

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La decisión de Australia de prohibir la entrada a su territorio a todos los extranjeros desde el 18 de marzo, excepto a los residentes, preocupa al sector agrícola, especialmente a los productores de frutas y verduras, grandes empleadores de mano de obra extranjera.

El cierre de las fronteras -que debe aplicarse durante los próximos seis meses, según el primer ministro, Scott Morrison- es mayoritariamente apoyada en el país-continente, que permanece relativamente a salvo de la pandemia de COVID-19, con alrededor de 4.000 casos y 18 muertos.

Pero en varios momentos fundamentales de la temporada -como la siembra, la cosecha o el acondicionamiento- la fuerza laboral empleada por los agricultores proviene entre el 40% y 50% del extranjero.

Se trata fundamentalmente de trabajadores temporarios provenientes de países del Pacífico, como Tonga o Fiji, pero también jóvenes mochileros europeos con visas de trabajo temporario.

La condición para obtener ese estatuto un segundo año es haber trabajado al menos tres meses en granjas en Australia.

Desde el anuncio del cierre de las fronteras, dos de los principales grupos de presión del sector agrícola, la Alianza Australiana de Productos Frescos (AFPA) -la principal organización de productores y distribuidores- y AusVeg -que reúne a productores de vegetales-, pidieron al gobierno la extensión de visa a todos los que ya están en el territorio.

Actualmente hay 140.000 extranjeros con una visa de "vacaciones/trabajo", el 30% de los cuales trabajan en la agricultura, y 8.000 trabajadores temporarios, según AusVeg.

"Si nuestros trabajadores (extranjeros) tienen que regresar a su país, no tendremos suficiente mano de obra para cosechar grandes cantidades de frutas y verduras, lo que significa que los australianos no tendrán acceso a alimentos frescos, saludables y nutritivo durante este período", destacó Michael Rogers, presidente de la AFPA.

Se trata de un problema evidente para Darryl Lowe, gerente de exportaciones de Sweetee Group, que administra 14 granjas de cítricos en Queensland y donde tres cuartas partes de la fuerza laboral es extranjera.

"Esta semana, se esperaba que entre 400 y 500 trabajadores temporarios del Pacífico vinieran a trabajar a nuestras granjas. Pero con el cierre de la frontera, esto ya no es posible. Además, el número de mochileros también está disminuyendo bruscamente", comentó.

"Por lo general, nosotros recibimos de diez a quince solicitudes por día, pero actualmente solo recibimos una por día", acotó.

- Fronteras internas -

Porque al cierre de las fronteras exteriores se agrega el de las fronteras entre los estados australianos. Con la excepción de Victoria y Nueva Gales del Sur, los demás estados y territorios australianos imponen una cuarentena de 14 días a todos los que llegan de otra región del propio país.

El ministro de Agricultura, David Littleproud, anunció el 25 de marzo que los productos agrícolas (y sus transportistas) siguen siendo libres de cruzar las fronteras entre estados, al igual que los trabajadores agrícolas con un certificado de empleador.

La producción de alimentos en Australia no está amenazada, aseguró el ministro, quien añadió que Australia, con sus 25,4 millones de habitantes, "produce suficientes alimentos para 75 millones de personas cada año".

Aún así, el precio de ciertas verduras o frutas se ha disparado en los últimos días en los supermercados, como resultado de un "frenesí de compras irracionales" que se ha apoderado de muchos consumidores australianos, dijo Rod Sims, presidente de la Comisión de Competencia de Australia.

También es el resultado de la sequía, que afecta a las principales regiones agrícolas del país, recordó Shaun Lindhe, portavoz de AusVeg, en una entrevista con The Guardian.

"Hay una disminución en la oferta debido a la sequía. A esto se agregan las fluctuaciones estacionales en la oferta, mientras que las regiones productoras están en transición", dijo.

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