Nuevos pobres pero también más solidaridad en Italia por el coronavirus

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El temor de un estallido social en Italia debido a los sectores de población empobrecida por el bloqueo del país ha generado también solidaridad y políticas de ayuda para hacer frente a la crisis provocada por el coronavirus.

"¡No tenemos dinero para el mercado, queremos comer!", gritaba un grupo de unas 20 personas la semana pasada en Palermo, la capital de Sicilia, mientras intentaba saquear un supermercado.

Se trataba de la primera y única señal, hasta ahora, registrada en la península, pero que alertó a las autoridades ante lo que podría derivar en una revuelta social sin precedentes.

El alcalde de Palermo, Leoluca Orlando, condenó la circulación de "mensajes imprudentes en las redes sociales con el fin de desestabilizar" el país y denunció a la mafia como la gran instigadora.

Luego de tres semanas de estricto confinamiento, la situación resulta cada vez más difícil para millones de habitantes en Italia, sobre todo para aquellos que viven de la economía informal en el sur subdesarrollado.

Por ello el gobierno decidió lanzar varias medidas de corte social, entre ellas la emisión de cupones para la compra de alimentos y bienes de primera necesidad, los cuales empezaron a ser distribuidos por las alcaldías, un paquete de un valor total de 400 millones de euros.

En Palermo, se han presentado 11.000 solicitudes según el diario Il Sole 24 Ore.

La alcaldía de Roma también invitó a las familias "en situación de dificultad económica causada por las medidas para prevenir y limitar la propagación del coronavirus" a pedir los cupones.

- Ayuda alimentaria -

Varias cadenas grandes de supermercados anunciaron una reducción del 10% para las compras con los cupones para alimentos.

El cierre de la gran mayoría de las empresas "no esenciales", así como de tiendas, obras de construcción, mercados callejeros, ha dejado sin ingresos a ese estrato de la población más pobre, que vive con lo que gana al día.

Según cálculos del principal sindicato agrícola italiano Coldiretti, 500.000 personas más necesitan hoy en día ayuda para comer, además de los 2,7 millones que el año pasado se beneficiaban ya de ayuda alimentaria a través de asociaciones como Caritas o el Banco de Alimentos.

El sindicato registró en marzo un aumento del 25% al 30% de las solicitudes de ayuda a esas asociaciones, especialmente en las regiones más pobres del sur, Sicilia, Calabria y Campania.

La asociación Banco de Alimentos de Campania, cuya capital es Nápoles, ha observado un aumento del 45% del número de personas que se han puesto en contacto con ella desde el comienzo de la crisis, informa la agencia italiana de noticias Agi.

"Normalmente, atendemos a 152.525 personas. Pero se sumaron 70.000 solicitudes más", explicó el director de la asociación, Roberto Tuorto, quien teme que "la crisis económica provocada por el virus ponga en peligro la seguridad" en el país.

- Bomba social -

El diario Il Corriere della Sera alertó el sábado sobre la posible "bomba social" después de que la policía detectara en las redes sociales grupos de discusión que se organizaban para el saqueo de tiendas.

Paralelamente, han surgido en las redes grupos de solidaridad, con muchas iniciativas para ayudar a los más pobres.

En Palermo, en la playa de Mondello, se montó el "puesto de la solidaridad", donde se puede acudir para obtener pasta, enlatados, productos de limpieza aportados por particulares y sin costo alguno.

En Roma, en la pequeña plaza del barrio popular Alberone, en el sur de la ciudad, también se colocaron productos básicos, pastas, galletas, pan, enlatados,  con un pequeño cartel: "¡Tómalo si lo necesitas!".

En Nápoles, célebre por los balcones, cuelgan canastos llenos de mercado acompañados del siguiente mensaje: "El que puede, pone. El que no puede, toma".

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