Ministros de finanzas del G20 mantendrán reunión virtual sobre crisis por coronavirus

Los ministros de Finanzas y titulares de los bancos centrales del los países del G20 sostendrán una segunda ronda de conversaciones virtuales el martes para impulsar la respuesta al coronavirus, anunciaron fuentes del gobierno saudita.

Los líderes del G20 prometieron la semana pasada un "frente unido" en la lucha contra la pandemia, y apuntaron que inyectarían cinco billones de dólares en la economía global para evitar los pronósticos de una profunda recesión.

Arabia Saudita, que ocupa la presidencia rotativa del grupo, anunció que los ministros y los responsables por los bancos centrales dialogarán por segunda vez para "avanzar en una respuesta global coordinada a la pandemia COVID-19 y sus implicaciones humanas y económicas".

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el mandatario de Rusia, Vladimir Putin, se unieron a la cumbre de emergencia presidida por el rey Salmán de Arabia Saudita, quien pidió una acción coordinada a la epidemia, mientras enfrentaba presión para poner fin a una guerra por los precios del petróleo entre Riad y Moscú que ha sacudido los mercados globales.

Estas conversaciones se producen después de las críticas al G20 por la demora en abordar la pandemia de COVID-19, que ha dejado más de 37.500 muertos en todo el mundo y provocó olas de conmoción financiera mientras dos quintas partes de la población del mundo están en confinamiento o cuarentena.

La cifra de cinco billones es la suma total de los paquetes de estímulo fiscal adoptados por los estados individuales del G20, anunció el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, que puntualizó que la participación de Pekín asciende a 344.000 millones de dólares.

Los ministros de Comercio e Inversión del G20 también celebraron una reunión extraordinaria el lunes, mientras evalúan el impacto de la crisis en el comercio mundial.

Los funcionarios señalaron que estaban trabajando para garantizar el flujo, a través de las fronteras, de suministros y equipos médicos, que son escasos en algunos países afectados, así como productos agrícolas críticos y otros bienes y servicios esenciales.

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