España suspende los desahucios ante la pandemia del coronavirus

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El gobierno español de izquierda anunció este martes una serie de medidas sociales destinadas a amortiguar el impacto de la pandemia del coronavirus, entre ellas la suspensión de los desahucios y ayudas para los trabajadores precarios.

La vivienda "es la trinchera desde la cual la gente resiste el virus", declaró en rueda de prensa el vicepresidente de Derechos Sociales, Pablo Iglesias, jefe del partido de izquierda radical Podemos que gobierno en coalición con los socialistas de Pedro Sánchez.

Para los inquilinos, "quedan suspendidos desde hoy y hasta que se cumplan seis meses tras el fin del estado de alarma, todos los desahucios (...). Nadie puede ser expulsado de su casa", anunció.

El 17 de marzo, el gobierno ya había decretado una moratoria en el pago de los préstamos hipotecarios para evitar las expulsiones de propietarios en situación económica difícil.

Los contratos de alquiler que estaban por vencer serán prorrogados automáticamente por seis meses, un lapso durante el cual no se pondrá aumentar el precio del alquiler, en momentos en que las grandes ciudades españolas han visto un fuerte incremento en los arrendamientos.

Asimismo, se anunciaron microcréditos públicos para ayudar a los inquilinos a pagar a sus arrendadores.

El tema de los desahucios es particularmente sensible en España, donde se multiplicaron a partir de la explosión de la burbuja inmobiliaria en 2008.

El gobierno también anunció la prohibición de cortar el servicio de electricidad o gas por falta de pago.

El Estado también dará ayuda financiera a los trabajadores con contratos temporales que hayan sido despedidos debido al estado de alarma y que no tengan derecho a beneficios de desempleo, así como a mujeres de limpieza sin empleo o con horas reducidas.

Con el país ya sometido a un confinamiento estricto desde el 14 de marzo, el gobierno prohibió el viernes todos los despidos y ordenó a partir del pasado lunes y hasta el 9 de abril todas las actividades económicas no esenciales, una medida que concierne particularmente a la construcción y a la industria.

Las autoridades españolas anunciaron el martes un nuevo récord con 849 muertos por la COVID-19 en 24 horas, llevando a 8.189 el balance global de fallecimientos, aunque estimaron que los contagios se desaceleran.

emi/du