Contaminación auditiva en París disminuye por coronavirus

Compartir
Compartir articulo

PARÍS (AP) — ¿Qué se escucha bajo la torre Eiffel? El silencio. Un fenómeno inusual en grandes ciudades como París, pero que resulta cada vez más común ahora que el turismo está prohibido y millones de personas en y alrededor de la capital francesa están confinadas en su casa.

Unas 150 estaciones de monitoreo alrededor de la Ile-de-France, como se conoce a París y sus suburbios, han registrado un “silencio inusual” desde que la cuarentena preventiva inició oficialmente el 17 de marzo.

La agencia que mide la contaminación auditiva en la región, Bruitparif, publicó el jueves mapas del antes y después que muestran la caída en decibeles.

Es particularmente notable alrededor de los aeropuertos Charles de Gaulle y Orly, gracias a que la mayoría de los vuelos se suspendieron. Y junto a las autopistas, cuyo tráfico disminuyó a casi nada cuando los empleados trabajan desde casa. Y alrededor de barrios llenos de centros nocturnos, que ahora están cerrados para mantener a la gente a una distancia social sana y el virus al margen.

Bruitparif señaló una “muy pronunciada caída de emisiones de ruidos de origen antropogénico” _ relacionados con la actividad humana _ causados por una “drástica reducción en el tráfico vial, aéreo e incluso ferroviario, la suspensión de obras de construcción y la clausura de muchas actividades y lugares festivos”.

Las autoridades francesas batallan para contener la propagación del virus, que ha cobrado más de 1.300 vidas en Francia y estimulado medidas de confinamiento que ponen en riesgo trabajos y desploman la economía.

Pero también ha reducido la contaminación ambiental y auditiva en una de las ciudades con mayor densidad poblacional de Europa.

Los mapas muestran que incluso en el centro de París, los decibeles bajaron a lo que comúnmente se vería en un parque suburbano. Algunas calles tuvieron una reducción de 90% en niveles de sonido en la última semana, y Bruitparif dijo que zonas consideradas con “ruido excesivo prácticamente han desaparecido durante la noche”.

Aun así, hay un sonido que los parisinos escuchan con mucha más frecuencia últimamente: el canto de las aves.