Carrera contrarreloj para detectar portadores de coronavirus en Sudáfrica

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Peter Serati baja la ventanilla de su coche y abre la boca. Con mano experta, un técnico de laboratorio, debidamente enmascarado, le extrae un poco de saliva del fondo de la garganta, que luego coloca en una pequeña bolsa plástica. Segundos más tarde, repite la misma operación con la esposa y la hija, sentada en el asiento trasero, antes de regresar a su propio automóvil y partir.

Desde que el presidente Cyril Ramaphosa declaró el domingo por la noche el estado de emergencia frente a la pandemia, Sudáfrica es escenario de una verdadera carrera contrarreloj contra el coronavirus.

Con más de 200 casos confirmados de infección, es el país del África subsahariana más afectado por la enfermedad. Hasta la fecha, más de 6.000 personas han sido sometidas a pruebas.

En las calles de Johannesburgo, los laboratorios privados han establecido varias estaciones de detección en las que los conductores pueden someterse rápidamente a pruebas sin abandonar la comodidad confinada de su habitáculo.

Sin embargo, esta oferta no está al alcance de todos los bolsillos. Los laboratorios privados cobran 900 rand (48 euros) por la prueba de detección, una tarifa que muchos sudafricanos no pueden pagar. Además, los principales seguros de salud sólo lo reembolsan si resulta positivo.

El sistema hospitalario privado sudafricano es muy eficaz pero costoso, a diferencia de la infraestructura sanitaria pública, gratuita, que adolece de una falta de medios, en particular técnicos, y de personal.

A pesar de su precio, Peter Serati no vaciló antes de decidirse a hacer una prueba. Uno de los padres de la escuela de su hija contrajo el nuevo coronavirus la semana pasada y ella misma empezó a toser. Su principal dificultad fue convencer a un médico para que le hiciera una receta. "Decían que no teníamos suficientes síntomas", explica.

Profesor, Letsebogo Ramalfo, de 36 años, tiene pocos recursos. Pero cuando uno de sus colegas dio positivo, rápidamente decidió hacerse la prueba en un establecimiento privado por falta de confianza en el hospital público.

- Hospital sumergido -

"Cuando los llamé, me dijeron que no valía la pena venir, que tal vez sólo era una gripe normal", explica Ramalfo.

El hospital universitario Charlotte Maxexe de Johannesburgo ya parece superado por la epidemia. Al día siguiente del anuncio del presidente Ramaphosa, el establecimiento se vio "invadido" por los candidatos al cribado, explica su portavoz Lungiswa Mvumvu. "El problema es que también debemos acoger a nuestros pacientes habituales", afirma.

En la actualidad, las enfermeras se encargan de la clasificación de los pacientes desde la entrada al establecimiento, para evitar el hacinamiento en la sala de espera del servicio de urgencias. Pero la demanda no disminuye.

Una enfermera, que pidió el anonimato, confesó a la AFP, que entre 200 y 300 personas acudieron a Charlotte Maxexe el miércoles para hacerse la prueba. Debido a la falta de botiquines suficientes, en la actualidad sólo se realizan pruebas en Sudáfrica a las personas que presentan síntomas evidentes de infección o que regresan de regiones altamente contaminadas, como Europa. A pesar de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"Alentamos una estrategia de detección en la que se pruebe a todos los que presentan síntomas", repetió su jefe para África, Matshidiso Moeti. "No es probando a un paciente que vamos a detener el virus", respondió el jueves el ministro de Sanidad, Zweli Mkhize, "el número de personas infectadas no debe aumentar demasiado rápido, de lo contrario nuestro sistema de salud se derrumbará".

Las normas restrictivas impuestas por las autoridades sudafricanas suscitan gran preocupación entre la población.

"(La epidemia) se está extendiendo y creemos que es más seguro para nosotros saber si estamos infectados o no", explica Lina Moganedi, de 25 años, que ha llegado a pie para evaluar la fila de coches que se extiende frente a la estación de pruebas privada. "Todo el mundo tiene derecho a saber si está enfermo o no".

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