Bolivianos en Bérgamo arriesgan la vida por los ancianos con coronavirus

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Son emigrantes y trabajadores precarios, trabajan cuidando a los ancianos, algunos con coronavirus y pese a que toman medidas de precaución, cientos de bolivianos ponen en riesgo sus vidas para asistirlos en Bérgamo, una de las ciudades italianas más azotadas por el virus.

"Tienen momentos difíciles, están quebrados", cuenta por teléfono el boliviano Pedro Manani Vargas (pseudónimo), sin papeles, desde Bérgamo, donde respeta desde el 22 de febrero la cuarentena.

"La alarma es total entre la comunidad boliviana, hay ya cuatro enfermos", asegura.

La vicecónsul de Bolivia en Milán, Malena Guzmán, confirmó a la AFP que tienen cuatro casos de conciudadanos internados con coronavirus en estado grave, en unidades de cuidados intensivos de Bérgamo y Milán, al norte de la península.

"Uno de ellos está muy grave", precisó.

Este viernes la diplomática registró 3 nuevos ingresos a la sala de reanimación y 23 contagiados en cuarentena domiciliar.

Se trata de datos que ha adquirido a través de parientes, quienes exigen que sus nombres no sean divulgados y temen perder sus trabajos como personal doméstico y al cuidado de ancianos.

La comunidad de emigrantes bolivianos en la próspera e industrializada norteña Lombardía está formada por cerca de 15.000 personas, entre las mayores proveniente de América Latina.

"Muchos están en sus apartamentos, pero han perdido el trabajo por la cuarentena, se quedaron sin dinero, no pueden salir y no se sabe si están contagiados. A algunos les dejamos delante de sus puertas la compra", cuenta Guzmán.

Una asistencia que va tener que interrumpir porque la sede diplomática será accesible sólo por teléfono y vía internet para cumplir con las mayores restricciones exigidas por las autoridades italianas.

"Recibimos muchas llamadas, de gente que cuenta de amigos o coinquilinos que están mal, que se lo llevaron al hospital. Pero que ruega que su nombre no aparezca", contó.

"La situación es desastrosa. Podemos darles sólo apoyo moral al teléfono", asegura.

Desde que inició la cuarentena en esa región, la más afectada con casi 20.000 contagios y más de 2.000 muertes, muchos bolivianos que cuidan ancianos no han dejado de asistir al trabajo, no quieren abandonar a sus asistidos en un momento tan difícil, les compran sus medicinas, les preparan la comida.

"Dejan a sus familiares para ir al cuidado de personas que asisten y acompañan desde hace años. Demuestran valentía y altruismo", dice Manani Vargas.

- "El abrazo latinoamericano" -

Ese sentido del deber ha generado un drama dentro de la crisis sanitaria y los contagiados podrían ser más de lo que parece no sólo entre bolivianos sino también entre los emigrantes latinoamericanos, entre ellos ecuatorianos, otra comunidad numerosa.

"Vivo desde hace 20 años en Milán. Pedí la baja médica por precaución. Tengo dolores en todo el cuerpo, son muy fuertes, me siento agotada. No sé si estoy infectada. Me estoy curando con remedios caseros: té, limón y gengibre", confiesa María, 47 años, nombre ficticio, porque tampoco quiere dar el verdadero.

"Como muchos compatriotas me estoy curando en la casa. Pero me siento muy aislada", confiesa con la voz entrecortada.

Para hacer frente a las necesidades de los emigrantes latinoamericanos en una Italia azotada por el coronavirus, tres asociaciones de defensa de los derechos humanos y de los emigrantes se han unido para dar asistencia social y psicológica.

Bajo el lema "Abrazo latinoamericano", la psicóloga argentina Rosa María Cusmai, de la Kairos Onlus, organización nacida para dar apoyo a  los exiliados políticos, abrió un espacio para dar sostén a los latinoamericanos.

"Estamos listos para ayudar a las personas en dificultad", asegura a la AFP al teléfono desde Milán.

"Desde hace una semana estoy ayudando a argentinos que se encuentran en Italia sin cobertura sanitaria. Además de esa emergencia hay una emergencia psicológica, con crisis de pánico, angustia", cuenta.

"Gente que estaba en Italia en forma transitoria, se quedaron sin dinero, se desesperan, no tienen medios para aprovisionarse de alimentos y remedios", explica.

La red da asistencia gratuita sobre todo a los latinoamericanos irregulares, sin papeles, que se encuentra en Italia, cuenta con el apoyo de otras entidades católicas y de voluntariado y ofrece atención médica, farmaceútica y alimentaria.

"A los latinoamericanos que no saben a dónde ir o cómo hacer, los queremos abrazar, a todos, tenemos esa responsabilidad", resume Cusmai.

kv/jz