Brescia, otra ciudad mártir del coronavirus en Italia

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Llegó el momento de escoger a quién salvar ... En la unidad de cuidados intensivos de Brescia, otra ciudad mártir del coronavirus en el norte de Italia, el personal médico está haciendo todo lo posible para atender a todos los pacientes.

Ubicada en el corazón de Lombardía, Brescia registró el martes el mayor número de contagios en 24 horas, 382 sobre un total de 3.300 casos.

"Nuestro hospital atiende actualmente a 300 pacientes enfermos por el coronavirus, 51 de ellos están en cuidados intensivos", explicó a la AFP el director del hospital Poliambulanza, Alessandro Triboldi.

Mientras los médicos están exhaustos por los largos turnos, las enfermeras cubren de forma rápida y silenciosa las camillas a lo largo de los pasillos, todas protegidas de los pies a la cabeza con trajes especiales, se les ve sólo el cuello y las orejas.

Las máquinas emiten pitidos de dos o tres notas mientras el personal ayuda a los pacientes recién llegados envueltos en mantas de supervivencia a pasarlos de camillas a camas.

Los más enfermos están intubados, el tratamiento es inyectado directamente en la sangre. El torso y las piernas están desnudos.

"Hay personas que del propio hogar a la sala de emergencias ya llegan en estado grave", cuenta Giuseppe Natalini, jefe de la unidad de cuidados intensivos.

"Tienen dificultades para respirar y no llega oxígeno a la sangre, por eso deben ser tratados rápidamente", explica.

- "Evaluar las posibilidades" -

A Italia, el coronavirus llegó a través de la próspera región de Lombardía, donde más de 16.000 personas resultan contagiadas y 1.640 han fallecido.

Como ocurre en la vecina ciudad de Bérgamo, otra mártir del coronavirus por registrar el mayor número de casos, el virus se está propagando rápidamente en Brescia.

La alerta reina en la ciudad y todas las personas son escaneadas en la entrada al Poliambulanza, donde les toman la temperatura corporal.

En los pasillos se abarrotan las camas ya tendidas, listas para recibir a una nueva oleada de pacientes.

El hospital recibe a pacientes de todas las edades, pero "los ancianos y los que padecen patologías anteriores son considerados los más graves".

"Ellos puede que no se salven", advierte Tony Sabatini, jefe del departamento de medicina general.

A medida que las ambulancias llegan con las sirenas prendidas y el número de pacientes aumenta, los médicos se ven obligados a tomar decisiones.

"A veces toca evaluar las posibilidades de que el paciente tiene de salir con éxito, según su condición", reconoce uno de los médicos de la unidad de urgencias, Paolo Terragnoli, quien se retira por unos segundos las gafas de plástico protectoras para responder.

"Estamos tratando de hacer todo lo que podamos por todos, aunque hacemos más por los que tienen más posibilidades", explica.

Más allá de las paredes impecables del hospital, el virus continúa su propagación silenciosa e invisible alrededor de Brescia.

Una residencia de ancianos cercana, en la localidad de Quinzano, anunció este miércoles que 18 residentes han muerto desde el comienzo de la pandemia, incluido cinco en las últimas 24 horas.

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