Meca de turistas, las Baleares quieren librarse de ellos por el coronavirus

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Islas abiertas al turismo durante todo el año, las Baleares piden ahora a los visitantes que se vayan y a los hoteles que cierren y no acepten más para ayudar a controlar el coronavirus que puso España en cuarentena.

"No tiene sentido que vengan turistas para tenerlos encerrados en un hotel o en una vivienda vacacional", indicó en una rueda de prensa este lunes la presidenta de este archipiélago mediterráneo, Francina Armengol.

"Por eso el planteamiento es recomendar a todo aquel que está en un alojamiento vacacional, que vuelva a su casa", insistió la dirigente balear.

Tanto este archipiélago como la otra región insular de las Canarias, frente a la costa africana, reclamaron al gobierno español un mayor aislamiento más allá de la reducción al 50% de la oferta de transporte público aéreo y marítimo en todo el país.

Ambas regiones salen relativamente bien libradas por ahora de la epidemia, con 73 casos en Baleares y 119 en Canarias sobre más de 9.000 en toda España, el segundo país más castigado de Europa.

Desde el sábado, el país siguió los pasos de Italia y decretó el confinamiento casi total de sus ciudadanos, que solo pueden salir para trabajar o necesidades básicas como hacer la compra.

- "Extraño, vacío, sin gente" -

"Si nos entra gente de fuera, será más difícil de controlar. Es una cosa de sentido común", dijo Armengol.

Su homólogo canario, Ángel Víctor Torres, reclamó reducir el tráfico a "lo imprescindible". Según el Diario de Avisos local, esto serían 20 conexiones diarias con la península.

La decisión afecta al corazón económico de ambas regiones, el turismo. En 2019, cada una recibió más de 13 millones de personas, los destinos más visitados del país solo por detrás de Cataluña.

Pero ahora, en el aeropuerto casi vacío de Palma de Mallorca, la capital balear, los escasos viajeros se acumulan en la terminal de salidas.

El músico argentino Juan Cruz acudió para avanzar un día su billete de vuelta, previsto para el martes.

"Al venir me di cuenta que el de mañana (martes) estaba cancelado, así que no podría haber vuelto (...) Ahora me dieron un váucher pero está todo por ver, nada es seguro", dice este natural de Tucumán, a quien le esperan 14 días de cuarentena una vez aterrice en su país.

"Queremos volver esta noche, estar en nuestro país", dice la alemana Judith Flauaus, de un municipio cercano a Fráncfort. "Desde ayer es extraño, vacío, sin gente", reconoce esta cincuentañera.

Escenas parecidas se reproducían en el aeropuerto de Barcelona, la ciudad más visitada del país.

"España está cerrada, la mayoría de gente está en casa. Estar aquí no tiene sentido, así que tengo que volver una semana antes", dice Sean Smith, un inglés de 19 años que quería viajar un mes por el país.

Uno de los principales afectados por los efectos económicos de la pandemia, el sector turístico reclama un plan de ayuda al gobierno español para evitar el colapso de una industria básica para el país.

Madrid anunció créditos de apoyo de 400 millones de euros para dar liquidez a las empresas pero la patronal Exceltur reclama un mínimo de 5.000 millones.

bur-dbh/mg/af