Príncipe saudí, detrás de las polémicas medidas del reino

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DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammad bin Salmán, está detrás de las medidas más audaces y riesgosas del reino en décadas, siendo las más recientes de ellas el impedir el acceso de los peregrinos a los sitios más sagrados del islam a fin de evitar la propagación del coronavirus y la decisión del gobierno de reducir el precio del petróleo _algo que los analistas consideran que ha detonado una guerra de precios con Rusia.

Como el hijo predilecto de su padre, el príncipe de 34 años supervisa prácticamente todos los aspectos principales del país en materia de defensa, economía, seguridad nacional, reformas sociales y política exterior. Sin un suplente, es el único heredero probable a la corona y a sus poderes absolutos.

El camino al poder del príncipe ha sido pavimentado en medio de la polémica, el conflicto y el combate. A continuación presentamos algunas de las apuestas de mayor riesgo del príncipe Mohammad:

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REFORMAS AL REINO

Los decretos reales para levantar las prohibiciones a las mujeres para conducir vehículos, tramitar un pasaporte y viajar al extranjero sin permiso de un hombre representan los avances más importantes en cuanto a los derechos de las mujeres en el reino. Tales decisiones han mermado en gran medida el patriarcado y redujo los poderes de la otrora temida policía religiosa ultraconservadora.

Los decretos también iniciaron una era de mayores libertades sociales en el reino. El príncipe Mohammad ha autorizado la realización de conciertos, la apertura de salas de cine y retiró las barreras que separaban a hombres solteros de mujeres en restaurantes y cafés. Entre las reformas importantes se encuentran la autorización de que las niñas practiquen deportes en escuelas públicas y que las mujeres puedan acudir a los estadios como espectadoras.

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ENCARCELAMIENTO DE DETRACTORES

Al mismo tiempo, ha realizado operativos de gran alcance contra aquellos que considera sus detractores. El príncipe recibió fuertes críticas a nivel mundial por el asesinato de Jamal Khashoggi, disidente saudí y columnista del periódico Washington Post, a manos de agentes que trabajaban para él. El príncipe insiste que no estaba enterado de la operación. Ningún funcionario de alto rango ha sido considerado responsable.

Docenas de detractores en Arabia Saudí se encuentran encarcelados o a la espera de un juicio, incluyendo activistas en defensa de los derechos de las mujeres que señalan haber sido torturados, al igual que activistas a favor de los derechos humanos, clérigos, escritores e intelectuales.