Fukushima, en primer plano de los "Juegos Olímpicos de la Reconstrucción"

Compartir
Compartir articulo

Nueve años después del terremoto, tsunami y catástrofe nuclear de marzo de 2011, el gobierno japonés sueña con convertir la cita olímpica de Tokio en "los Juegos de la Reconstrucción", asociando de manera simbólica las regiones afectadas del noreste del país.

Desde su candidatura para obtener los JO 2020 (del 24 de julio al 9 de agosto), Japón presentó estos juegos como un "sueño" capaz de devolver la "fuerza" a la población del archipiélago, muy tocada por la tragedia de Fukushima.

Los juegos "serán la ocasión de mostrar al mundo hasta qué punto hemos avanzado en la reconstrucción de nuestro país", escribió el gobernador de Tokio en aquel momento, Naoki Inose, en el dosier de candidatura.

Si las conmemoraciones nacionales del 11 de marzo fueron anuladas este año a raíz de la epidemia mundial de coronavirus, se mantuvo en cambio el recibimiento de la llama olímpica en las arrasadas prefecturas costeras.

Cuando la antorcha procedente de Grecia llegue a Japón el 20 de marzo, será expuesta primero en diferentes lugares de Tohoku, en el noreste del país, golpeado de pleno por el sismo y el tsunami de 2011 que dejó 18.500 muertos y desaparecidos.

Luego la llama visitará el 26 de marzo uno de los lugares más emblemáticos de la reconstrucción de la región: el "J-Village", a unos veinte kilómetros al sur de la central nuclear de Fukushima Daiichi.

Este gran centro de entrenamiento deportivo recuperó hace un año su función principal, tras haber servido durante tiempo de base para los miles de obreros vestidos con trajes antirradiación que trabajaron en la central nuclear devastada.

- "Potencia unificadora" -

El complejo deportivo servirá también de lugar de entrenamiento para los equipos japoneses de fútbol, masculino y femenino.

Están previstos partidos del torneo olímpico de fútbol en la prefectura de Miyagi, vecina de la de Fukushima, que acogerá por su lado las competencias olímpicas de béisbol y sóftbol.

"Tokio 2020 se comprometió a organizar eventos deportivos en esas regiones para demostrar la potencia unificadora del deporte y convertirlo en un símbolo del renacimiento de Japón tras una tragedia nacional", declaró a la AFP Masa Tayaka, portavoz del comité organizador.

Los organizadores aseguran que los JO permitieron estimular la economía de Tohoku en materia de infraestructuras y turismo, por ejemplo.

Tokio 2020 también quiere contribuir para reconstruir la reputación de la agricultura local, afectada por la catástrofe nuclear, sobre todo en el extranjero.

En ese marco, los organizadores esperan incluir en las comidas de los atletas de la villa olímpica en Tokio productos cultivados en la prefectura de Fukushima, que aportará también flores para los ramos que se entregan junto con las medallas.

- Persistentes dificultades -

La autoridades japonesas decidieron además poner fin a la orden de evacuación de una pequeña parte de la comuna de Futaba, vecina de la central nuclear, para que la llama olímpica pueda pasar por allí.

Pero los otrora habitantes de este pueblo hoy en día fantasma no podrán volver a sus casas hasta 2022 debido a la falta de infraestructuras, por ejemplo en la distribución de agua.

Más de 160.000 habitantes huyeron del noreste del archipiélago tras el accidente nuclear, siguiendo la orden de las autoridades o por iniciativa propia, por temor a las radiaciones.

Varias decenas de miles de ellos aún no han regresado. Muchos mantienen la desconfianza, incluso si las autoridades han decretado como habitables a numerosas localidades tras años de trabajo de descontaminación.

Las persistentes dificultades hacen que a algunos de los evacuados de Fukushima no les guste que su región sea asociada a los Juegos Olímpicos de Tokio, ya que estiman que hubiese sido más útil que ese dinero público fuese a las víctimas del desastre.

El gobernador de la prefectura de Fukushima, Masao Uchibori, aseguró sin embargo recientemente que los "Juegos de la Reconstrucción" no tenían como objetivo sugerir que la reconstrucción estuviese terminada.

La región enfrenta aún dificultades "importantes" y "complejas", pero es por ello que, gracias a los juegos, "esperamos recibir una nueva energía" de todo Japón y del extranjero, justificó.

bur-sah/etb/uh/elm/mar/es