Tras la victoria de Netanyahu, el miedo a la "anexión" en Cisjordania

Compartir
Compartir articulo

"Si lo anexionan, no nos quedará nada, salvo este pedacito de tierra", suelta el anciano Majed Abu Al Hajj, señalando hacia su jardín. En el valle del Jordán, en territorio palestino, la victoria electoral de Benjamin Netanyahu ha despertado temores a una anexión.

En las últimas semanas, Netanyahu, el primer ministro israelí saliente, prometió una anexión rápida de áreas de Cisjordania ocupada, incluido el valle del Jordán, si continuaba en el cargo tras las legislativas del lunes.

En el pueblo palestino de Ain Al Bayda, en el norte del valle, la victoria de Netanyahu ha dejado un regusto amargo en muchos habitantes, que temen que el tren de la anexión se ponga de verdad en marcha en los próximos meses.

"Por supuesto que tenemos miedo de que anexionen estos territorios", comenta Majed Abu Al Hajj, de 85. "Todo es posible".

Los 1.600 habitantes de esta aldea bañada por el sol viven principalmente de la agricultura y una parte de sus tierras ya está en manos de los colonos judíos o de empresas israelíes.

¿Dará Netanyahu el paso de la anexión? ¿O sus promesas de campaña eran tan solo promesas? Para Majed Abu Al Hajj y los suyos, tan solo una cosa es cierta: "Nosotros no controlamos nada".

- "Derramamiento de sangre" -

Pese a estar inculpado por corrupción, Netanyahu logró, según los sondeos, el mejor resultado de su carrera política, lo que lo sitúa en una posición de fuerza para formar el próximo gobierno con sus aliados de la derecha, favorables a la anexión de una parte de Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967.

Una idea secundada por su gran aliado, el presidente estadounidense Donald Trump, cuyo plan para Oriente Medio prevé anexionar el valle del Jordán a Israel. Ese territorio representa casi un tercio de Cisjordania, y cuenta con 130 colonias israelíes.

Decenas de miles de palestinos viven en el valle del Jordán. En las colonias israelíes de Cisjordania, ilegales según el derecho internacional, hay más de 450.000 israelíes.

En la localidad de Ain Al Bayda, Abdel Rahman Abdalá, de 74 años, afirma que teme tener que "pagar un alto precio" si su pueblo acaba siendo anexionado. Pero, con todo, se mantiene optimista: "personalmente, no creo que él [Netanyahu] vaya a llevar a cabo la anexión".

La anexión de tierras palestinas podría dar lugar a "violencia y un derramamiento de sangre",a firmó a la AFP el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erakat.

Para que pueda pasar a la acción, el presidente Reuven Rivlin tiene que encargarle primero a Benjamin Netanyahu la tarea de formar gobierno.

Según Eugène Kontorovich, del Foro Kohelet, un centro de análisis de corte conservador, los resultados de la elección dan a Netanyahu una orden clara para que proceda a la anexión.

- El periodo "más difícil" -

"La aplastante mayoría de sus apoyos son favorables a la aplicación de la soberanía israelí sobre las comunidades israelíes", afirmó, utilizando el vocabulario de parte de la clase política, que habla de "soberanía israelí" para referirse a la anexión, y que considera las colonias como "comunidades" o "pueblos".

"La idea de que faltaba la luz verde [para la anexión] quedó fuera", agregó Kontorovich, quien, además, asesoró a la administración estadounidense durante la elaboración de su proyecto para Oriente Medio, una iniciativa considerada "histórica" por Israel pero que los palestinos rechazaron de plano.

Para Hugh Lovatt, analista en el Consejo Europeo de Relaciones Internacionales, la anexión del valle del Jordán sería percibida en el extranjero como una forma de "apartheid". "Si Netanyahu logra formar rápidamente un gobierno, esto podría acelerar el proceso,, pero [la anexión] probablemente esté prevista para dentro de unos meses".

Algo que no agradaría ni a Majed Abu Al Hajj ni a Hasan Abdel Hafez.

Este último vivió todas las grandes etapas del conflicto israelo-palestino, incluyendo los levantamientos palestinos o Intifadas (1987-1993, 2000-2005).

En el campo de refugiados de Jalazon, cerca de Ramala, en Cisjordania, afirma, sin rodeos: los tiempos que vienen "serán los más difíciles que [jamás haya vivido] el pueblo palestino".

he-jod/gl/cgo/tp/jvb/zm