Cerca de Alepo, los sirios vuelven a sus pueblos donde solo encuentran ruinas

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"Todo ha sido destruido", lamenta al volante de su coche Alaa Samani, que vuelve a la ciudad siria de Alepo después de haber visitado con su esposa su fábrica de chocolate, en una región cercana a esta metrópolis y recientemente reconquistada por el régimen sirio.

Decenas de familias comenzaron el lunes a dirigirse hacia los pueblos reconquistados por las fuerzas gubernamentales cerca de Alepo, antiguo pulmón económico en el norte sirio, para ver lo que quedaba de sus bienes.

En ambos sentidos, los vehículos se agolpan en una carretera rodeada de escombros, edificios en desuso y destruidos por los bombardeos. La calzada presenta en algunos tramos cráteres dejados por los impactos de obuses.

El reciente avance de las fuerzas gubernamentales en el norte del país permitió a las autoridades proteger Alepo, hasta ahora blanco de los cohetes de los yihadistas y rebeldes.

"Los obuses se lanzaban desde aquí", indica en la rotonda Liramun, en la entrada de Alpo, un comandante militar durante un desplazamiento organizado por las autoridades. "Ahora, la ciudad es totalmente segura", agrega.

Estos últimos días, las autoridades reconquistaron igualmente partes de una carretera estratégica que une Alepo y la capital Damasco.

- 'Hemos sufrido mucho'-

Antes del inicio del conflicto en 2011, Alepo era una plaza comercial estratégica gracias a su proximidad con la frontera turca.

"Fui a inspeccionar mi fábrica, mi tienda y mi granja", explica Samani a la AFP durante la visita organizada por las autoridades.

Se trataba de "la mayor fábrica de chocolate de toda Siria, fundada en 1923", deplora por su parte Hanaa Ismail, su esposa.

Esta mujer de unos cuarenta años cuenta que perdió a 16 miembros de su familia en los bombardeos de los insurgentes. "Hemos vivido días difíciles, hemos sufrido mucho", confiesa.

Ismail está convencida de que Alepo recuperará su lugar de capital industrial de Siria.

"El Estado va a ayudar en cierta medida a los industriales y hombres de negocios a reconstruir sus fábricas", opina.

Las autoridades reconquistaron la ciudad en su totalidad a finales de 2016, al término de una ofensiva devastadora apoyada por Moscú y que obligó a los rebeldes a abandonar los barrios del este donde estaban acorralados.

Pero incluso después de recuperar Alepo, 1.204 personas murieron y 949 resultaron heridas en los bombardeos de los insurgentes, indicó a la AFP un alto responsable estadounidense.

- "Difícil de renovar" -

En diciembre, las autoridades reanudaron su ofensiva contra el último gran bastión yihadista y rebelde en el noroeste sirio.

La violencia en la región de Idlib y los territorios adyacentes, algunos en la provincia de Alepo, mató a decenas de civiles y desplazó, según la ONU, a cerca de 900.000 personas, en su mayoría mujeres y niños.

"La batalla para liberar las provincias de Alepo y de Idlib continúa", advirtió el lunes el presidente Bashar al Asad.

En la periferia de Alepo, las señales que todavía quedan en pie tras los combates datan de una época en la que el país aún no estaba dividido por la guerra.

Estas indican las dirección hacia Damasco y Hasaké, ciudades controladas por el régimen sirio, pero también Afrin y Aazaz, hoy dominadas por los rebeldes, que cuentan con el apoyo de Turquía.

De regreso a la localidad de Hraytan, al norte de Alepo, Mohamed Azmarli no esconde su decepción. Hace nueve años que esperaba volver a su casa.

"Está dañada, y es difícil renovarla", lamentó este hombre de 42 años.

Bloqueado en los atascos, Ima espera por su parte a que pase un convoy militar para poder volver a su pueblo. Los tanques desfilan acompañados de camionetas con soldados a bordo que saludan a las cámaras de los periodistas haciendo el símbolo de la victoria.

"No sé nada de lo que le ha pasado a mi casa desde 2013", confiesa este hombre de 44 años. "La compré, la amueble y nunca viví en ella".

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