Borrell descarta un acuerdo en la UE sobre el control del embargo en Libia

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El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, descartó este lunes un acuerdo en la Unión Europea (UE) sobre la manera de controlar el embargo de armas en Libia, ante la oposición de reimpulsar la operación naval Sophia.

"No creo que hoy podamos (...) Se necesita la unanimidad", aseguró Borrell a su llegada a una reunión de los cancilleres europeos en Bruselas, precisando que la decisión podría adoptarse en el siguiente encuentro previsto el 23 de marzo.

La UE busca cómo controlar el embargo de armas a Libia en base al pacto internacional cerrado a mediados de enero en Berlín, si bien países como Austria, pero también Hungría, se oponen a volver a desplegar las embarcaciones de la operación Sophia.

Para el jefe de la diplomacia austríaca, Alexander Schallenberg, esta misión no es el "enfoque correcto" para controlar el embargo de armas. "Necesitamos una operación militar, no una operación humanitaria", agregó.

La misión, que nació en 2015 para luchar contra los traficantes de migrantes, opera desde 2019 sin barcos y con un refuerzo de medios aéreos por la oposición del anterior gobierno italiano a acoger a los migrantes rescatados en el mar.

Al filo de los años, los europeos agregaron nuevas funciones a la operación, que también forma a los guardacostas libios y controla la aplicación del embargo de armas impuestos por la ONU a Libia y el tráfico ilegal de petróleo.

Viena y Budapest temen que el regreso de los barcos implique un efecto llamada por el que un mayor de migrantes intente la peligrosa travesía del Mediterráneo, pese a que las zonas de operaciones para controlar el embargo no serían forzosamente las mismas.

A su llegada a la reunión, el ministro de Exteriores luxemburgués, Jean Asselborn, cuestionó la eficacia del Proceso de Berlín, si la UE no controla el embargo de armas, porque sus barcos tenían que "salvar a unos cientos de personas".

Libia vive sumido en el caos desde que una revuelta apoyada por la OTAN acabara en 2011 con el derrocamiento y asesinato del dictador Muamar Gadafi, con dos autoridades rivales y grupos armados que se disputan el control.

Desde abril de 2019, el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), reconocido por la ONU, se ha enfrentado contra la ofensiva del mariscal Jalifa Haftar, apoyado por Rusia, Egipto y Emiratos Árabes Unidos, para hacerse con la capital del país, Trípoli.

La situación en Libia podría llevar a más pobladores a huir del país en caso de deterioro, advirtió el jueves el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). En 2019, la violencia llevó a 177.000 personas a abandonar sus casas.

tjc/mis