El mundo del cine francés espera vientos de cambio tras la crisis de los César

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El mundo del cine francés se muestra aliviado tras la dimisión en bloque de la directiva de la Academia de los premios César, blanco de las críticas por su gestión y de una polémica en torno al cineasta Roman Polanski, y espera ahora más democracia, modernidad y diversidad en el seno de esta institución,

"Era un modo de funcionamiento obsoleto que cada año daba a luz una ceremonia [de premios] que no era la vitrina que deseaba el cine francés, por lo que creo que es una muy buena decisión", afirmó el viernes a la radio Europe 1 el director Michel Hazanavicius.

El cineasta era uno de los firmantes de una tribuna que fue lanzada el lunes por 400 personalidades del séptimo arte francés, como Omar Sy, Jacques Audiard o Céline Sciamma, para reclamar una "reforma en profundidad" de la Academia de los César.

Acusada de opacidad y de estar desconectada, la dirección de la Academia de los César, presidida desde 2003 por el productor Alain Terzian, dimitió en bloque el jueves, a solo dos semanas de la ceremonia de entrega de premios más prestigiosa del cine francés.

La academia ya arrastraba una polémica en torno al director Roman Polanski, acusado de violación, y cuya película "Yo acuso" cuenta con 12 nominaciones.

Esta dimisión permitirá renovar el consejo de administración, actualmente compuesto por 21 personas, entre ellas los cineastas Costa Gavras, Claude Lelouch o Toni Marshall, con menos de un tercio de mujeres y una media de edad elevada.

- "Fin de una dictadura" -

El Centro Nacional de Cine (CNC) indicó el viernes que ya había "iniciado un trabajo de diálogo" para renovar la gobernanza de los César, a petición del ministro de Cultura Franck Riester. El objetivo es lograr un proyecto de nuevos estatutos, que será "sometido al voto de una asamblea general extraordinaria" antes de finales de marzo.

Riester deseó el jueves que la nueva dirección esté "guiada por un funcionamiento democrático y de exigencias de apertura, transparencia, paridad y diversidad".

"Por una vez, estoy de acuerdo con Franck Riester", reaccionó en Twitter el productor Said Ben Said ("Elle", "Sinónimos"), muy combativo en los últimos días, afirmando que "el sistema de gobernanza de los César" era "un terrible escándalo".

"Es el fin de una dictadura", consideró por su parte a la AFP Pascal Rogard, director general de la Sociedad de Autores y Compositores Teatrales (SACD, por sus siglas en francés), que no quiso criticar al "régimen paraguayo" de Alain Terzian.

Para el dirigente de la SACD, "este comité de dirección estaba completamente desconectado del cine de hoy". "Hay que arreglar las cosas" e "incluir sangre nueva" para que cada uno pueda "sentirse útilmente representado", añadió.

- Toma de conciencia -

Para la directora de fotografía Caroline Champetier, miembro del consejo de administración, dimitir era "lo mínimo que podíamos hacer para tomar conciencia de lo que pasa y por nuevos vientos de cambio en el cine".

Pero más allá de los César, esta crisis también simboliza, en su opinión, "el fin de las nupcias entre el cine y la televisión", al "plantear la cuestión de la financiación del cine desde hace 30 años por las cadenas de televisión". "Terzian era el emblema", a través de sus estrechos lazos con Canal+, productor y difusor de la ceremonia y gran tesorero del cine francés, dijo a la AFP.

El grupo Canal+, productor y difusor de la ceremonia de los César,confirmó por su parte que la gala sería emitida el 28 de febreo como estaba previsto.

El director de las filiales y de programas del grupo, Gérald-Brice Viret, precisó al diario Le Parisien que los firmantes de la tribuna del lunes podrían "expresarse" durante la velada, así como los manifestantes.

Asociaciones feministas han convocado una manifestación la noche de los premios para protestar contra las 12 nominaciones para "Yo acuso".

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