El Sinn Féin es el partido más votado en elecciones en Irlanda, según resultados parciales

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El partido nacionalista Sinn Féin, el antiguo brazo político del IRA, es el más votado en las elecciones legislativas en Irlanda, un país controlado históricamente por dos formaciones de centro derecha, según los resultados de la primera fase del escrutinio.

Debido al complejo sistema de escrutinio, la relación de fuerzas no se conocerá hasta que termine el recuento de votos, lo que puede llevar varios días. Se reanudará el lunes.

Los electores no votan por una lista determinada, sino que elaboran la suya propia clasificando a los candidatos por orden de preferencia.

Al término de la primera vuelta de escrutinio iniciada el domingo por la mañana, el Sinn Féin encabeza los resultados con el 24,5% de los votos, por delante de los dos grandes partidos de centro-derecha, el Fianna Fail, con 22,2%, y el Fine Gael del primer ministro saliente Leo Varadkar, con 20,9%, según la radiotelevisión pública RTE.

Queda por ver cómo la aritmética electoral distribuirá los 160 escaños de diputados en el Dail, la cámara baja del Parlamento irlandés.

El Sinn Féin, que milita por la reunificación de la provincia británica de Irlanda del Norte con la República de Irlanda, presentó solo 42 candidatos, o sea dos veces menos que los grandes partidos centristas.

"Quiero que tengamos un gobierno para el pueblo", declaró la jefa del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, "un gobierno sin Finna Fail y Fine Gael". Ella fue reelegida el domingo y, sin esperar a los resultados definitivos, anunció haber entablado contactos con otros partidos, especialmente los Verdes y los socialdemócratas.

La posición de los dirigentes de los grandes partidos centristas de "no hablar con nosotros" es insostenible, declaró a la prensa en el principal centro de recuento de Dublín, en las afueras de la capital.

Tanto Fianna Fail como Fine Gael han descartado hasta ahora formar una coalición con el Sinn Féin, debido a sus vínculos con el IRA, una organización paramilitar opuesta a la presencia británica en Irlanda del Norte.

Leo Varadkar reiteró su posición, mientras que el jefe de Fianna Fail, Micheal Martin, pareció matizar la suya.

Ambos fueron reelegidos el domingo, pero no en la primera ronda de recuento, a diferencia de Mary Lou McDonald.

La prensa irlandesa subraya que el avance del partido nacionalista, en un país tradicionalmente dirigido, en alternancia o en coalición, como en el gobierno saliente, por los dos grandes partidos de centroderecha, cambia el tablero político irlandés.

- Negociaciones arduas a la vista -

"Los resultados provienen de todo el país y pareciera que tenemos tres partidos que obtendrían aproximadamente el mismo número de escaños, lo que dificultará bastante la formación de un gobierno", estimó Varadkar.

Cuando se hayan anunciado los resultados definitivos, los partidos comenzarán a negociar para formar un gobierno de coalición. Un proceso en el que las pequeñas formaciones y los independientes podrían influir.

Después de las últimas elecciones de 2016, se tardó más de dos meses en alcanzar un acuerdo de gobierno.

Leo Varadkar es joven (41 años), mestizo y homosexual. Encarna una Irlanda en el pasado muy católica que se moderniza pero su popularidad ha caído después de casi tres años en el poder.

Leo Varadkar fue criticado por haber centrado la campaña en el Brexit en vez de en las preocupaciones de los votantes, más interesados por la vivienda o la sanidad.

Una semana después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, Irlanda y sus 4,9 millones de habitantes están en primera línea. Es el único país de la UE con una frontera terrestre con su vecino británico, y los vínculos económicos entre ambos son estrechos.

Las negociaciones comerciales entre Londres y Bruselas tendrán consecuencias para el comercio en la isla de Irlanda. Leo Varadkar destacó su papel en la búsqueda de una solución para evitar la vuelta de una frontera física entre las dos Irlandas.

Este tema, uno de las más espinosos del acuerdo de divorcio entre Londres y Bruselas, ha traído a la memoria las tres décadas del conflicto (los "disturbios") en el Ulster, una provincia británica, entre republicanos (principalmente católicos) y unionistas (sobre todo protestantes), que causó 3.500 muertos.

spe/mpa/me/pc/erl