Muerte de médico que alertó del coronavirus conmociona a China; EEUU anuncia envío ayuda

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Medical workers in protective suits attend to patients at the Wuhan International Conference and Exhibition Center, which has been converted into a makeshift hospital to receive patients with mild symptoms caused by the novel coronavirus, in Wuhan, Hubei province, China February 5, 2020. Picture taken February 5, 2020. China Daily via REUTERS
Medical workers in protective suits attend to patients at the Wuhan International Conference and Exhibition Center, which has been converted into a makeshift hospital to receive patients with mild symptoms caused by the novel coronavirus, in Wuhan, Hubei province, China February 5, 2020. Picture taken February 5, 2020. China Daily via REUTERS

Por Se Young Lee y Brenda Goh

PEKÍN/SHANGHÁI, 7 feb (Reuters) - La muerte de uno de los médicos que advirtió del brote de coronavirus antes de que fuera reconocido por las autoridades produjo conmoción en China, mientras que un operador de cruceros decidió impedir que ciudadanos chinos se suban a sus barcos sin importar la última vez que estuvieron en el país.

El fallecimiento de Li Wenliang, un oftalmólogo que dio la alarma sobre la nueva cepa viral, ocurrió el mismo día en que el presidente Xi Jinping trató de dar garantías a su par estadounidense de que China hace todo lo posible por contener la epidemia que ha matado a casi 640 personas.

China está logrando resultados gradualmente y confía en que podrá derrotar la epidemia sin consecuencias económicas de largo plazo, dijo Xi el viernes al presidente Donald Trump en una conversación telefónica, de acuerdo a la televisión estatal.

La provincia de Hubei y su capital Wuhan, donde se inició el brote, están en cuarentena. China ha aislado ciudades, canceló vuelos y cerró fábricas, suspendiendo los suministros para las empresas multinacionales, de modo que Pekín parece ahora una ciudad fantasma con sus principales centros turísticos y lugares públicos virtualmente desiertos.

El banco central de China prometió seguir prestando apoyo a la economía, porque el brote de coronavirus recortaría 2 puntos porcentuales, o más, del crecimiento económico en el primer trimestre, desde un 6%, según analistas. [nL1N2A7089]

Las acciones chinas sufrieron su peor semana desde mayo, mientras que en otras partes de Asia, los mercados financieros bajaron luego de varios días de ganancias. [nL1N2A707T]

La muerte de Li, de 34 años, generó expresiones de congoja en las redes sociales. El médico estuvo entre las ocho personas que recibieron reprimendas de la policía en Wuhan -la capital de la provincia de Hubei donde se originó el virus- por propagar información "falsa e ilegal" en torno a los contagios.

Las advertencias de Li en las redes sociales acerca de un coronavirus parecido al SARS -una referencia al Síndrome Respiratorio Agudo y Severo que causó la muerte de casi 800 personas en el mundo en 2002-2003 tras aparecer en China- provocó la ira de la policía. China había sido acusada de intentar encubrir los alcances de aquella enfermedad.

Li fue obligado a firmar una carta el 3 de enero diciendo que había "alterado gravemente el orden social" y fue amenazado con acusaciones penales.

"Lamentamos profundamente la muerte en Wuhan del doctor Li Wenliang (...) después de todos los esfuerzos de rescate, Li falleció", dijo el Diario del Pueblo del Partido Comunista en Twitter.

Usuarios de la redes sociales describieron a Li como un héroe, acusando a las autoridades de incompetencia para abordar a tiempo los contagios.

"Wuhan de hecho debe a Li Wenliang una disculpa", dijo Hu Xijin, editor del tabloide Global Times, en redes sociales. "Las autoridades de Wuhan y Hubei también le deben una disculpa solemne al pueblo de Hubei y a este país", añadió.

SEÑALES DE CENSURA

Algunos medios describieron a Li como un héroe por "estar dispuesto a decir la verdad" pero había señales de que las discusiones sobre su muerte estaban siendo censuradas.

"El gobierno de Wuhan debe unas disculpas al doctor Li Wenliang" y "queremos libre expresión" se convirtieron en tendencias rápidamente, pero el viernes no había resultados para esas búsquedas en internet.

La cifra de muertos en China continental alcanzó 636, un total de 73 casos más que los registrados el jueves y se confirmaron 3.143 nuevas infecciones. En total, se han detectado 31.161 casos, dijo la Comisión Nacional de Salud.

La cifra de nuevas infecciones parece haberse ralentizado ligeramente respecto del miércoles y el jueves, pero expertos dijeron que era demasiado pronto para identificar una tendencia.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo que su cartera "ha facilitado el transporte de casi 17,8 toneladas de suministros médicos donados al pueblo chino, incluidas máscaras, batas, gasas, respiradores y otros materiales vitales".

En tanto, Royal Caribbean Cruises Ltd dijo que "cualquier pasajero o tripulante que viaje desde, hacia o a través de China continental, Hong Kong o Macao menos de 15 días antes de navegar con nosotros no podrá abordar ninguno de nuestros barcos".

La empresa fue más lejos al agregar que "no se permitirá a los huéspedes que tengan pasaporte chino, de Hong Kong o de Macao, abordar nuestros barcos, independientemente de cuándo estuvieron allí por última vez".

China se ha quejado por las prohibiciones y medidas que van en contra de las recomendaciones de la OMS y acusó a los gobiernos y las empresas que toman medidas de este tipo de sembrar el terror.

El virus se ha esparcido en todo el mundo, con 320 casos en 27 países y regiones fuera de China continental, de acuerdo a conteos de Reuters en base a datos oficiales. Se reportaron 41 nuevos casos entre 3.700 personas bajo cuarentena en un crucero frente a las costas de Japón, lo que elevó a 61 el total de infectados a bordo.

Hong Kong tenía en cuarentena por tercer día a un crucero con 3.600 pasajeros y tripulación luego de que tres personas a bordo presentaran la infección.

(Reportes de Se Young Lee y Brenda Goh; reporte adicional de Ryan Woo en Pekín y Yilei Sun en Shanghái, escrito por Stephen Coates y Robert Birsel. Editado en español por Marion Giraldo y Javier Leira)