Defensores de DDHH corren "gran riesgo" en Perú, dice relator de ONU

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Los militantes ambientalistas y de derechos humanos corren "gran riesgo" en Perú, por la criminalización de las protestas sociales, aseguró este lunes el relator especial de la ONU sobre Defensores de los Derechos Humanos, Michel Forst.

"Lamento llegar a la conclusión de que un gran número de defensores de los derechos humanos, y especialmente los pueblos indígenas y las comunidades locales que defienden el medio ambiente y sus derechos humanos, no pueden actuar en un entorno seguro y propicio", dijo Forst en una conferencia de prensa en Lima, al cierre de una visita de trabajo al país.

Tras recorrer durante 14 días cinco regiones peruanas, Forst explicó que entre los defensores de derechos humanos que están en peligro por sus actividades se encuentran quienes protegen la tierra, los recursos naturales y los derechos de los indígenas.

El funcionario visitó las regiones de Cajamarca, Piura, Cusco, Ucayali y Madre de Dios.

Los activistas son tildados por diferentes sectores de la sociedad como "terroristas", "feminazis", "criminales" o "antidesarrollo", resumió el relator.

"La creciente presión sobre los recursos naturales hace que los defensores y defensoras de derechos humanos corran un gran riesgo de ser afectados por agentes no estatales, como empresas y redes delictivas", añadió en alusión al acoso y amedrantamiento que reciben los activistas cuando denuncian a las mafias de tráfico ilegal de oro y de madera.

El relator de la ONU resaltó que en Perú "los periodistas que revelan escándalos de corrupción, también son blanco de ataques".

Forst indicó que los militantes de derechos humanos "sufren de criminalización, acoso judicial, estigmatización, intimidación y uso excesivo de la fuerza policial durante las protestas sociales", un escenario que activistas denuncian desde hace más de una década en Perú.

En 2009, el entonces relator de la ONU para pueblos indígenas, James Anaya, había constatado en vivo como la criminalización de una protesta nativa derivó en una espiral de represión y violencia que dejó 34 muertos.

Forst criticó que los funcionarios peruanos, representantes de  empresas privadas y  medios de comunicación no entiendan el papel que desempeñan a favor de la sociedad los activistas.

Durante su estadía, Forst se reunió con medio millar de defensoras y defensores de derechos humanos, de los cuales un 40% son mujeres.

El relator también se reunió con defensores de las minorías sexuales y la comunidad LGBTI, que enfrentan ataques de grupos conservadores y religiosos.

Señaló que "la situación de las mujeres no es realmente fácil en el país y algunas de ellas se enfrentan a grandes campañas de difamación".

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