Trump rubricó el acuerdo comercial T-MEC con adiós a "pesadilla del TLCAN"

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rubricó el miércoles el T-MEC, el largamente negociado acuerdo comercial con México y Canadá, diciéndole adiós a la "pesadilla" del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que consideró nefasto para los intereses estadounidenses.

Para entrar en vigor, el flamante Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC), ya ratificado por México en diciembre, deberá ahora ser aprobado por Canadá, cuyo parlamento inició el trámite este mismo miércoles y espera concluirlo en las próximas semanas.

La promulgación del T-MEC en Estados Unidos fue el último acto en el largo proceso iniciado a instancias de Trump para modernizar el TLCAN vigente desde 1994.

El periplo comenzó con la llegada del presidente republicano a la Casa Blanca en 2017, siguió con arduas negociaciones trilaterales, y culminó con un texto definitivo adoptado a mediados de enero por el Congreso estadounidense, tras un año de conversaciones con la oposición demócrata.

"Hoy finalmente estamos poniendo fin a la pesadilla del TLCAN", dijo Trump al sellar el documento en medio de aplausos en el pórtico sur de la Casa Blanca, rodeado de trabajadores con cascos blancos y ante autoridades de los tres países, aunque ningún líder demócrata estuvo en la ceremonia.

Con el TLCAN, "perdimos nuestros trabajos, cerramos nuestras fábricas y otros países fabricaron nuestros autos. Pero cambiamos eso", afirmó.

Para Trump, que busca la reelección en noviembre, el T-MEC representa una "victoria colosal" para los trabajadores estadounidenses, una retórica que encaja perfectamente en su lema de campaña "Estados Unidos primero", y un logro del que se ufanó, comparándose con otros dirigentes que no lograron dejar atrás la "catástrofe" del TLCAN.

"No soy como esos otros políticos, supongo que de muchas maneras", dijo. "Cumplo mis promesas".

El acto, en el que Trump agradeció la "increíble amistad" del primer ministro canadiense Justin Trudeau, y la "relación" desarrollada con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, fue otra oportunidad para que el mandatario se jactara de su gestión.

Trump, que enfrenta un juicio político en el Senado por presunto abuso de poder y obstrucción al Congreso, ya anunció el martes un plan de paz en Medio Oriente, rechazado de inmediato por los palestinos, y a principios de este mes firmó una tregua en su guerra comercial con China.

"El T-MEC es el acuerdo comercial más grande, justo, equilibrado y moderno jamás alcanzado. Nunca ha habido algo así", recalcó antes de dar la palabra al vicepresidente Mike Pence y al representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, puntales para la concreción del T-MEC.

Lighthizer, quien lideró las negociaciones, destacó el apoyo de los exsecretarios mexicanos Ildefonso Guajardo y el "absolutamente esencial" Luis Videgaray, así como a las autoridades del actual gobierno, como Marcelo Ebrard y Jesús Seade.

"Juntos todo es posible", tuiteó luego Seade, subrayando que con la promulgación del T-MEC "se cierra un capítulo de incertidumbre política y económica en la región".

- Acuerdo clave -

Aunque introduce algunos cambios, el T-MEC conserva muchos elementos del TLCAN, que unió a los tres países en una compleja red de reglas y servicios comerciales, aumentando en general el crecimiento y elevando el nivel de vida en América del Norte.

Para los analistas, el gran logro del T-MEC es que siga habiendo un pacto comercial en Norteamérica.

"La importancia intrínseca del acuerdo no es lo que hace para modernizar el TLCAN, sino lo que previene: una ruptura comercial potencialmente desastrosa entre Estados Unidos y sus socios comerciales más importantes", dijo el economista Gregory Daco de la consultora Oxford Economics.

"El acuerdo previene un impacto negativo del 0,5% del PIB por la disolución del TLCAN", agregó.

¿En qué se distinguen el T-MEC y el TLCAN? Los expertos destacan que el nuevo acuerdo fortalece las leyes laborales, da más acceso al mercado a los productores lecheros, permite mayores protecciones ambientales y moderniza pautas para el comercio electrónico.

Umo de las principales novedades es que modifica las reglas de contenido en la fabricación de automóviles (el 75% de la producción automotriz del T-MEC tiene que tener insumos estadounidenses) y requiere salarios más altos para algunos trabajadores automotores mexicanos (deben ganar al menos 16 dólares la hora).

Además, los demócratas lograron eliminar disposiciones de exclusividad para la elaboración de costosos medicamentos biológicos.

El flujo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá es crucial para sus economías: en 2018 alcanzó los 1,4 billones de dólares, lo que equivale a 3.800 millones diarios, según datos de la Cámara de Comercio estadounidense.

Para Estados Unidos, el comercio con México y Canadá genera 12 millones de empleos, y 49 estados del país consideran a esos dos países como uno de sus tres principales mercados de exportación.

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