La cifra de muertos por la explosión de un camión cisterna cargado con gas licuado en Lima el jueves pasado aumentó este miércoles a 17, tras el deceso de un hombre y un niño de 13 años que sufrió extensas quemaduras, informó este miércoles el Ministerio de Salud.
"Se elevó a 17 la cifra de fallecidos de la explosión del camión en Villa El Salvador", un distrito del sur de la capital peruana, dijo el ministerio en un comunicado.
Paralelamente, el gobierno declaró el estado de emergencia en ese distrito de medio millón de habitantes, en su mayoría pobres, para canalizar mejor la ayuda a las víctimas y a los damnificados, anunció el primer ministro, Vicente Zevallos.
"El Consejo de Ministros ha dispuesto (que) se declare en emergencia dicho distrito", dijo Zevallos, agregando que "lamentablemente una vez más estamos de luto" por los fallecidos en esta jornada.
Agregó que el gobierno encomendó además al ministro de Minería y Energía, Juan Carlos Liu Yonsen, que haga una investigación, paralela a la de la fiscalía, para determinar la eventual responsabilidad de funcionarios públicos en la tragedia.
La última víctima mortal es un niño de 13 años que estaba entre el medio centenar de personas que sufrieron quemaduras por la bola de fuego que se propagó velozmente por la calle, muy cerca de la Villa Panamericana de los Juegos de Lima 2019. El menor tenía quemaduras en el 70% del cuerpo.
Horas antes, el ministerio de Salud había confirmado el deceso de un hombre de 27 años, lo que había elevado provisionalmente a 16 el saldo de muertos.
De los 17 fallecidos, seis son niños y otros cinco menores están heridos.
Entidades de salud de Brasil y Estados Unidos enviaron miles de centímetros cuadrados de piel humana a Perú para hacer injertos a los pacientes quemados.
"El implante de piel para un paciente con quemaduras por encima del 60% (del cuerpo) es la única posibilidad para salir adelante", explicó la doctora René Herrera, jefa del Banco de Tejidos del Instituto Nacional de Salud del Niño.
El accidente se originó por una fuga de gas licuado desde el depósito del camión, cargado con 10.000 litros de combustible, al desprenderse una manguera tras cruzar un montículo reductor de velocidad en el pavimento.
El fuego destruyó varios autos y unas quince casas, hasta que fue apagado por una docena de brigadas de bomberos tres horas después.
La fiscalía acusa al conductor del camión, Luis Guzmán, de 74 años y padre del dueño de la empresa distribuidora de gas, por el delito de homicidio culposo. Sin embargo, siguen las investigaciones en busca de otros eventuales responsables de la tragedia.
El accidente ocurrió temprano en la mañana cuando miles de los 500.000 habitantes de Villa El Salvador, un distrito popular, salían de sus casas rumbo al trabajo.
La explosión mató el primer día a dos personas y dejó a otras 49 heridas, pero en los días siguientes han muerto otras 15 personas por sus graves quemaduras. Solo 11 heridos han sido dados de alta, precisó Zevallos.
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