Corte Suprema de EEUU se dispone a estudiar un curioso caso de venganza política

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¿Debería ir una persona a prisión por una sucia trampa política? La Corte Suprema de Estados Unidos abordará ese asunto el martes al estudiar el caso conocido como "Bridgegate", en el que los implicados no dudaron en provocar un atasco en un puente para saldar cuentas con un adversario.

El caso se remonta a 2013, cuando el entonces gobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie, estaba compitiendo por su reelección, y Mark Sokolich, el alcalde demócrata del pueblo de Fort Lee, se negó a respaldarlo.

Asistentes de Christie fueron acusados de causar un embotellamiento en el puente George Washington, que une Fort Lee a la ciudad de Nueva York, como represalia política contra Sokolich.

Bridget Anne Kelly, subjefa de gabinete del gobierno de Christie, y William Baromi, el sudirector ejecutivo de la Autoridad Portuaria, fueron condenados por fraude por urdir un plan para cerrar carriles del congestionado puente sobre el río Hudson en horas punta de la mañana.

En septiembre, en el primer día de escuela, dos de los tres carriles del puente que sale de Fort Lee quedaron cerrados al tráfico debido a un "estudio de trafico" inventado, que retuvo a automóviles y camiones en Nueva Jersey durante horas.

"Es hora de que haya problemas de tráfico en Fort Lee", escribió Kelly en un correo electrónico enviado a otro funcionario de la Autoridad Portuaria, que controla el puente.

El caos en la carretera duró cuatro días durante los cuales los niños llegaron tarde a la escuela, los profesionales llegaron tarde a sus trabajos y los vehículos de emergencia se quedaron atrapados en el tráfico.

Christie negó haber estado al tanto del plan y despidió a Kelly. "Estoy avergonzado y humillado por la conducta de algunas personas de mi equipo", dijo el exgobernador, calificándola de "estúpida y mentirosa".

Pese a su negativa, la popularidad de Christie se desplomó, acabando con sus esperanzas de convertirse en 2016 en el candidato de los republicanos para las elecciones presidenciales.

Kelly y Baroni fueron condenados por fraude y sentenciados a 13 y 18 meses de prisión respectivamente.

Los dos recurrieron sus sentencias argumentando que no habían cometido un delito, aunque su conducta pudiera calificarse de "mezquina, insensible y desaconsejable".

"En nuestro sistema, el abuso de poder político se aborda políticamente", afirmaron durante una reunión informativa en la Corte.

Los fiscales del gobierno discrepan y creen que "los conspiradores pudieron modificar el trazado de los carriles (en el puente) solo con mentir sobre la existencia de un estudio de tráfico".

"Al decir esas mentiras, y al desviar los recursos de la agencia para servir sus propios fines personales de provocar un atasco de cuatro días en Fort Lee, Kelly y Baroni cometieron un fraude", dijeron los fiscales.

Ahora les corresponderá a los nueve jueces del máximo tribunal de Estados Unidos decidir si las condenas deben mantenerse. Se espera que emitan un fallo en junio.

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