Condenan a cadena perpetua a ultraderechista por atentado de Bolonia en 1980

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Un activista de extrema derecha fue condenado a cadena perpetua por su participación hace 40 años en el atentado a la estación de trenes de Bolonia, en el noreste de Italia, que causó la muerte de 85 personas, indicaron este viernes fuentes judiciales.

Gilberto Cavallini, de 67 años, ex miembro del grupo de extrema derecha italiano NAR (Núcleos Armados Revolucionarios), fue condenado en primera instancia por complicidad al haber brindado apoyo logístico a los autores del atentado, según la prensa local.

El 2 de agosto de 1980, una bomba explotó en la sala de espera de la estación de trenes Bolonia, causando la muerte de 85 personas y más de 200 heridos.

Se trató del ataque más sangriento de la oleada de violencia que azotó a Italia en los años 60 y 70, durante los cuales mataron a 362 personas, entre ellos al ex primer ministro y líder de la Democracia Cristiana, Aldo Moro, de manos del grupo de extrema izquierda Brigadas Rojas.

Los ataques destinados a desestabilizar Italia fueron realizados durante la llamada Guerra Fría, algunos fueron atribuidos al terrorismo de extrema izquierda, y en otros varios casos, como el de Bolonia, a la extrema derecha, heredera del fascismo italiano y de la idea de un "Estado fuerte".

Cavallini, quien confesó haber cometido varios delitos, ha pasado más de 37 años en prisión por varias condenas y ahora goza de libertad condicional.

Sin embargo, se declaró inocente en este caso al hablar ante la corte poco antes de que los jueces emitieran su veredicto.

"He estado en prisión desde septiembre de 1983, han pasado más de 37 años. Años de prisión que he merecido (...) Me he merecido las condenas, pero no acepto pagar lo que no hice", dijo.

"No se está prestando servicio al país y a la verdad. No me voy a quejar, sea cual sea su decisión. Pero una condena es un fallo incorrecto", agregó ante los jueces.

Dos personas pertenecientes a NAR fueron condenadas a cadena perpetua por el atentado, y un tercero, menor de edad entonces, a 30 años de prisión.

Varios miembros de la inteligencia militar italiana también fueron condenados a penas más leves, de siete a diez años de prisión, por obstruir la justicia.

Las familias de las víctimas, así como muchos historiadores y observadores italianos, creen que los tres terroristas de extrema derecha condenados por esa masacre fueron sólo los autores materiales y que los verdaderos autores intelectuales y estrategas resultan aún desconocidos y gozan de impunidad.

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