El gobierno francés muestra sus cartas para poner fin a extenso conflicto

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Enfrentado a cinco semanas de huelgas y enormes manifestaciones el jueves, el gobierno francés dio a conocer en la madrugada del viernes dos proyectos de ley de reforma de pensiones, que aún deberán mostrar si son capaces de convencer a los sindicatos, que se mantienen movilizados.

El gobierno francés, ansioso por jugar sus cartas para salir de un conflicto social interminable, aclaró detalles su proyecto de reforma, que todavía contiene una edad "fundamental", fija en 64 años, y un sistema de descuentos y recargos con relación a la edad legal, que se mantiene en los 62 años.

Estos dos textos definen en la ley una regla que "obliga" a proporcionar el equilibrio financiero del futuro sistema universal de jubilaciones, pero también una "edad de equilibrio" a ser adoptada a partir de 2022.

No obstante, la definición de la "edad de equilibrio" es de difícil negociación, al punto que Laurent Berger, secretario general del núcleo sindical Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), adelantó que si la idea permanece en la ley "es claro que la respuesta es 'NO'".

El primer ministro, Edouard Philippe, deberá mantener reuniones ya este viernes con representantes de organizaciones gremiales y patronales para hacer avanzar las discusiones.

- Enormes manifestaciones -

Cientos de miles de personas, entre ellos profesores, médicos, abogados y empleados ferroviarios, exigieron de nuevo el jueves en las calles de toda Francia que el gobierno de Emmanuel Macron retire la polémica reforma de las pensiones y jubilaciones.

Alrededor de 450.000 personas, según el ministerio del Interior, 1,7 millones, según los sindicatos, manifestaron este jueves en toda Francia, menos que en la anterior jornada de protestas el 17 de diciembre, cuando se volcaron a las calles 615.000 personas, según cifras ministeriales.

En París, más de 50.000 personas desfilaron en medio de un fuerte dispositivo policial para protestar contra la reforma de Macron, que tachan de "grave regresión social".

Al final del desfile se registraron algunas escaramuzas entre participantes y policías antidisturbios, que lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a manifestantes violentos y detuvieron a 24 personas.

"Estamos aquí para defender nuestro modelo social", dijo a la AFP Cédric Recourchines, un chofer de bus de 39 años. "Nos quieren imponer un sistema que va a hacer que bajen nuestras pensiones, ¡es algo inaceptable!", añadió.

"¡Debemos doblegar al gobierno, hacer que nos escuche!", señaló Marie, una profesora universitaria. "Cada vez hay más sectores movilizados y estamos determinados a seguir hasta que Macron ceda", añadió esta treinteañera que prefirió no dar su apellido

Con la promesa de crear un sistema "más justo" en el que cada euro cotizado genere los mismos derechos para todos, el mandatario francés quiere unificar el sistema de jubilación del país, en el que actualmente conviven 42 regímenes diferentes.

Las pensiones son un tema delicado en Francia, pues la población está muy apegada a un sistema de reparto conocido, hasta ahora, por ser uno de los más protectores del mundo.

- Paralización masiva -

Más de un tercio de los profesores no trabajaron este jueves en todo el país y docenas de escuelas amanecieron cerradas. Siete de las ocho refinerías de Francia estaban también en huelga, según el sindicato CGT, pero el gobierno aseguró que no hay problemas de aprovisionamiento en los depósitos de carburante.

Los abogados se unieron también al paro para protestar contra la desaparición de su régimen autónomo de pensiones. Varios cientos de personas bloquearon la entrada del tribunal de Lille (norte) este jueves e impidieron que se celebren las audiencias previstas este día.

La Torre Eiffel, uno de los monumentos más visitados del mundo, mantuvo sus puertas cerradas al público debido a que una parte de sus trabajadores estaban en huelga. Sin embargo, el acceso a la plaza donde se encuentra el monumento permaneció abierto de manera gratuita.

Los servicios ferroviarios estaban fuertemente afectados y se advirtió de posibles retrasos y anulaciones en los vuelos.

Los habitantes de la capital y de sus suburbios, donde millones de personas dependen de los trenes para ir diariamente al trabajo, se han visto especialmente afectados.

Tras 36 días de huelga ininterrumpida, el paro en los transportes ferroviarios bate récords. Se trata del más largo desde la creación de la empresa de ferrocarriles francesa SNCF en 1938.

Catorce de las 16 líneas del metro de París funcionaban únicamente en las horas pico, pero estaban abarrotadas, al igual que los autobuses.

Ante la falta de transportes, muchos parisinos optan por ir a sus lugares de trabajo o de estudio en bicicleta o a pie.

Esta reforma es una de las promesas electorales más ambiciosas de Emmanuel Macron, que no está dispuesto a dar su brazo a torcer.

Varias encuestas muestran que el apoyo de la opinión pública a los manifestantes se ha erosionado en los últimos días, oscilando entre el 44% y el 60%.

meb/age/ahg