La 'Salah-manía' invade Catar pese a las tensiones diplomáticas

Compartir
Compartir articulo

La importante comunidad egipcia de Catar se prepara para recibir a Mohamed Salah, estrella del mundo árabe, que disputa esta semana el Mundial de Clubes en el emirato, con la semifinal el miércoles ante el Monterrey, en el marco de una crisis diplomática entre Doha y El Cairo.

"Nosotros no lo consideramos sólo como un representante de los egipcios, sino de todos los árabes y musulmanes", afirma Gamal Sebaai, un egipcio que trabaja para la Federación Catarí de Fútbol. "Esperamos que el deporte permita una reconciliación entre hermanos", dice a la AFP.

Pero, en junio de 2017, Egipto se asoció a tres países del Golfo (Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Baréin) para congelar las relaciones diplomáticas con Catar, acusado de apoyar a los movimientos islamistas, de acercarse a Irán e incluso de sembrar la discordia en el mundo árabe a través de su cadena Al-Jazeera.

Desde entonces, Doha, que niega las acusaciones, está sometida a un boicot económico, a una prohibición de vuelos directos con esos países, y a campañas de desprestigio. Una situación que afecta asimismo a los ciudadanos de los países del eje anti-Catar.

- Héroe nacional -

La estrella egipcia de la Premier League, Mohamed Salah, entrará en liza el miércoles con el Liverpool en el Mundial de Clubes, cuya final está programada para el próximo sábado.

Sus logros con los 'Reds' los últimos años le han convertido en un héroe nacional, en el país más poblado del mundo árabe (unos 100 millones de habitantes).

Según las estadísticas oficiales, la diáspora egipcia en Catar se acerca a las 300.000 personas, lo que supone más del 10% de la población del pequeño país (2,75 millones), aunque el flujo se haya ralentizado tras el embargo.

Generalmente se trata de personal cualificado que trabaja en el sector energético, la enseñanza y la sanidad.

Según la prensa británica, las autoridades cataríes aseguraron que la visita de Mohamed Salah al emirato no se instrumentalizaría.

Congregados en el bazar turístico de Souq Waqif, varios aficionados egipcios miran por televisión un partido de los 'Reds'.

"Hice lo imposible por lograr cuatro entradas para las semifinales, porque espero que el Liverpool gane y haya una gran afluencia egipcia", cuenta a la AFP Moustafa Abdelmoneim, de 42 años.

"Mis hijos me metieron una presión enorme para que reservase las entradas porque están locos por Salah", añade este joven padre sobre el partido que se jugará en el estadio Khalifa, con capacidad para 40.000 personas.

- ¿Sin visados? -

"Sinceramente, yo sólo apoyo al Liverpool por él. Si el equipo marca diez goles, no me alegraría tanto como si hay uno de Salah", clama por su parte Mahmoud Mansour, de 30 años, quien confiesa no haber podido hacerse con entradas.

Mientras las entradas vendidas en internet "se vendieron en 15 minutos", Ahmed Abdel Hamid lamenta no haber podido hacerse con una.

"Era la ocasión de verlo con el Liverpool por primera vez", señala este vendedor de 33 años.

Pero otros aficionados egipcios no podrán verlo en directo, ante la imposibilidad de acceder a Catar.

Bajo la condición de anonimato, varios egipcios que viven en Catar indicaron a la AFP que amigos suyos en Egipto quisieron acudir a Doha, pero no lograron sus visados como turistas.

Otros dudaron en hacer el viaje, que debe en todo caso hacer una escala, añadiendo horas y dólares al trayecto.

De todas formas, "ningún egipcio vendrá para ver un partido, nosotros sólo venimos aquí por el trabajo", lanza un aficionado que no desea desvelar su nombre.

"Con los medios de ir Catar a ver a Salah, mejor ir a verlo a Liverpool", añade.

gw-str/iga/pm