Israel se lanza de nuevo a una campaña electoral presidida por el hastío

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El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su rival, Benny Gantz, comienzan el jueves su tercera campaña electoral en menos de un año con el objetivo de sacar al país del callejón sin salida político en el que se halla, aunque los ciudadanos no ocultan su hastío y su desmotivación.

Los israelíes se despertaron el jueves con el inicio de un nuevo ciclo electoral, y la prensa local no ahorró críticas contra los protagonistas de esta crisis política que no hace más que prolongarse con la celebración de nuevas elecciones, luego de las de abril y septiembre.

"Vergüenza" en hebreo, tituló en grandes caracteres con fondo negro el diario Yediot Aharonoth. El periódico gratuito Israel Hayom, situado más a derecha, estimó en su portada que se trataba de un "circo".

En la noche del miércoles al jueves, tras la fecha límite para dar al país un jefe de gobierno con el aval de la mayoría legislativa, los diputados votaron de manera oficial la disolución de la Knesset, el parlamento, y los pasos a seguir para las nuevas elecciones convocadas para el 2 de marzo.

En lugar de ponerse de acuerdo sobre la formación de un nuevo gobierno de unidad y evitar así otros comicios, los políticos israelíes prefirieron relanzar la maquinaria electoral con la esperanza de ganar finalmente la apuesta.

Benjamin Netanyahu, el primer ministro que más tiempo ha ocupado el cargo, con 13 años –de los cuales los último diez consecutivos– volverá a presentarse aunque esta vez con un gran obstáculo.

Netanyahu, de 70 años, fue inculpado hace tres semanas por corrupción, abuso de confianza y malversación en causas diferentes, convirtiéndose así en el primer jefe de gobierno en funciones de la historia de Israel en ser procesado, una situación que lo motiva a ganar las elecciones para conseguir inmunidad a través del Parlamento.

Netanyahu renunciará a los tres ministerios (Agricultura, Diáspora y Sanidad) que encabeza, pero continuará como primer ministro, anunciaron este jueves sus abogados.

El líder de la derecha israelí denuncia una cruzada en su contra, o más exactamente un "golpe de Estado" urdido por la justicia. Frente a él, el exjefe del ejército Benny Gantz busca mostrarse como un político honrado.

"La cuestión principal de la campaña será una vez más: ¿Está usted a favor o en contra de Netanyahu?", resume Gideon Rahat, profesor de ciencias políticas de la Universidad Hebraica de Jerusalén.

- Sorpresas -

Ante esta pregunta, los miembros del partido Likud (derecha) de Netanyahu también tendrán algo que decir. Un movimiento de revuelta, liderado por el diputado Gideon Saar, pide la celebración de primarias con aires de referéndum sobre la popularidad de Netanyahu en sus propias filas.

Los sondeos siguen ubicando a Netanyahu y Gantz casi empatados, sin que ninguno de los dos logre, con sus respectivos aliados, una mayoría. De allí el riesgo de una cuarta elección anticipada, ironizan ya algunos.

En un panorama político que parece congelado, la llave de Balfour Street –la calle de la residencia del primer ministro– se encuentra quizás en la tasa de participación o más bien en la voluntad de los israelíes de terminar con esta saga.

"Nunca hemos estado en esta situación. La literatura en ciencias políticas les dirá que la tasa de participación va a caer. Pero de hecho, aumentó en la segunda elección, entonces quizás tengamos una sorpresa en la tercera", subraya Rahat. "Todos los días aprendemos cosas nuevas sobre la política israelí", concluye.

gl-jod/all/mar/pc