El este de Australia, asfixiado por el humo de los incendios

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El este de Australia, y sobre todo Sídney, se encontraban cubiertos este martes de una niebla de humos tóxicos procedentes de los incendios forestales que podrían intensificarse a causa de unas condiciones meteorológicas "extremas".

En Síndey, la ciudad más poblada del país, este humo tóxico hizo saltar los detectores de humo, obligando a los bomberos a ir de oficina en oficina, con todas las alarmas sonando.

Una carrera de yates tuvo que ser interrumpida a causa de las condiciones climáticas, "demasiado peligrosas". "El humo causado por todos los incendios es tan importante en el puerto que no se ve nada, es demasiado peligroso", declaró Di Pearson, portavoz de la Sídney Solas.

Algunas conexiones de ferry fueron anuladas y, durante el recreo, los escolares se quedaron dentro de los centros, pues la contaminación superaba con creces los niveles "peligrosos".

El este de la isla está, desde hace semanas, envuelto en una nube de humo relacionada con los incendios forestales que arrasan la vegetación desde hace más de tres meses, por culpa de la sequía.

El alcance de este fenómeno de humo tóxico se agravó el martes.

"Es el peor que hayamos tenido, eso seguro", afirmó a la AFP Bruce Baker, un habitante de Gosford, al norte de Sídney, de 82 años, que renunció a su paseo matutino a causa de la contaminación. "Esto te seca la garganta. Aún sin ser asmático, uno lo siente".

El fuerte viento y las altas temperaturas que se prevén para el martes hacen que las condiciones meteorológicas sean "extremas", con capacidad para "atizar las brasas" y desatar incendios en los suburbios, lo que pondría en peligro las viviendas.

- "Política pertinente" -

Los bomberos de zonas rurales de Nueva Gales del Sur afirmaron que la espesa capa de humo que recubre el este del país permitió, no obstante, "retrasar el empeoramiento de las condiciones" favorables a los incendios.

Sin embargo, "los vientos cada vez más fuertes podrían agravar estas condiciones por la tarde", matizó la misma fuente.

El martes por la mañana, el estado de Nueva Gales del Sur contaba con casi un centenar de incendios de arbustos, mientras que en el estado de Queensland había decenas.

Se espera que las temperaturas superen los 40 ºC en algunas partes de Australia.

Al noroeste de Sídney, los distintos incendios forestales, que llevan semanas ardiendo, se fusionaron en uno solo que ya ha destruido 319.000 hectáreas, principalmente en parques nacionales.

El primer ministro, Scott Morrison, que no hizo ninguna declaración sobre el humo tóxico que inunda algunas partes del país desde hace semanas, defendió la acción de su gobierno para gestionar el fuego.

Además, declaró que no se planteaba profesionalizar más el cuerpo de bomberos que, en el medio rural, se compone principalmente de voluntarios.

"Nuestra política es pertinente cuando se trata de actuar contra el cambio climático y actuar en consecuencia. Nuestras acciones en materia de cambio climático dan los resultados esperados", declaró.

Los exjefes de bomberos acusaron al gabinete de Morrison, conservador y ardiente defensor de la lucrativa industria minera australiana, de no haber tenido en cuenta sus advertencias sobre el cambio climático.

Más de seis personas murieron desde que se declararon los primeros incendios en septiembre y alrededor de dos millones de hectáreas fueron devastadas por el fuego, es decir, el equivalente de la mitad de la superficie de Suiza.

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