Extravagante gobernador keniano se declara no culpable de cargos de corrupción

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El extravagante gobernador de Nairobi, Mike Sonko, se declaró el lunes no culpable de 30 cargos por blanqueo de dinero, sobornos y conflicto de intereses en una comparecencia ante el tribunal anticorrupción.

Mike Sonko, el último alto funcionario con cargos de corrupción en Kenia, fue acusado de haberse beneficiado de compras y pagos irregulares de 3,5 millones de dólares (3,1 millones de euros).

Sonko se declaró "no culpable" de todos los cargos cuando fue procesado ante el juez del tribunal anticorrupción, Douglas Ogoti, en un tribunal repleto y bajo fuertes medidas de seguridad.

"Usted adquirió propiedades y dinero a sabiendas de su procedencia criminal", leyó el fiscal sobre uno de los cargos, a lo que Sonko respondió: "No es cierto".

El fiscal también leyó detalles de las cuentas bancarias del gobernador y varias fechas en las que ese dinero fue transferido.

Sonko pasó el fin de semana en prisión después de su aparatoso arresto en Voi (sur), durante el que se peleó con la policía antes de ser introducido en un helicóptero en dirección a Nairobi.

El juez Douglas Ogoti ordenó mantener a Sonko bajo custodia hasta el miércoles, mientras que el magistrado consideró una solicitud de fianza.

La fiscalía instó a no liberar a Sonko, debido a la posibilidad de que trate de intimidar a testigos, una acusación rechazada por los abogados del gobernador.

El gobernador, cuyo verdadero nombre es Gidion Mike Mbuvi, adoptó el apodo de "Sonko", que se usa en la jerga suajili para referirse a una persona rica y extravagante.

El partido gobernante lo eligió como candidato para las elecciones a gobernador en 2017.

Fue un político controvertido que pasó un tiempo en prisión, y ha rechazado las acusaciones de actividades ilegales, incluido el tráfico de drogas.

Sonko es querido entre los kenianos pobres por ayudar a las personas que viven en los barrios más desfavorecidos.

También es conocido por tener un estilo semejante al de los raperos estadounidenses, exhibiendo joyas de oro y diamantes, y en ocasiones, zapatos de oro. Recientemente fue criticado por publicar en las redes sociales su opulento comedor.

Kenia ha luchado durante décadas contra la lacra de la corrupción, y el presidente Uhuru Kenyatta, como muchos antes que él, prometió combatirla.

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