China defiende sus controvertidos campos para uigures musulmanes

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China defendió este lunes sus controvertidos campos de "formación" en Xinjiang, donde estarían detenidos más de un millón de musulmanes, tras la publicación de explosivos documentos gubernamentales que denuncian la vigilancia y control de esta población en esta gran región limítrofe con Asia central.

El mes pasado el New York Times publicó más de 400 páginas de documentos secretos que ilustran esos mecanismos de vigilancia en  Xinjiang, en reacción a atentados atribuidos a islamistas de etnia uigur.

El asunto adquirió tintes políticos la semana pasada tras la aprobación en la Cámara de representantes de un proyecto de ley que llama a imponer sanciones contra altos responsables chinos del Xinjiang.

En conferencia de prensa en Pekín este lunes, el presidente de la región, Shohrat Zakir - un Uigur -, desmintió las cifras de un millón de internados. No precisó sin embargo el número de personas que han pasado por lo que Pekín califica de "centros de formación profesional" al explicar que "la gente entra y sale" de ellos.

Según Pekín, estos centros están destinados a prevenir el extremismo y la radicalización gracias a la enseñanza del mandarín y de competencias profesionales.

"Con la ayuda del gobierno, los estudiantes han encontrado un empleo estable y mejorado su calidad de vida" aseguró Zakir.

Xu Hairong, responsable del Partido comunista chino (PCCh) para la ciudad de Urumqi, la capital de Xinjiang, criticó al New York Times por la filtración de documentos, y acusó al diario de "deformar y calumniar con mala intención" los centros de formación.

En la conferencia de prensa de este lunes los responsables también difundieron extractos de un documental oficial sobre la lucha contra el terrorismo en la región.

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