Turquía se aleja de Europa

Por Claudio Zin

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¡Adiós, Turquía! Esta es la consigna que hoy se escucha en los pasillos del poder en Roma.

Italia y sus últimos Gobiernos apoyaron abiertamente, con entusiasmo genuino, la incorporación de Turquía (75 millones de habitantes) al mercado común, primero y a la Unión Europea, más tarde. A pesar de Alemania, y en ocasiones también de Francia, Italia, coherentemente, siempre sustentó esta alternativa.  Ya no, probablemente, no.

Turquía era el puente entre Asia y Europa, no sólo geográficamente, su combinación de islámicos conservadores del interior del territorio con la población cosmopolita y pro occidental de Estambul y otras ciudades, sus fronteras controladas, eran la llave para la región.

Turquía hubiera podido mantener el equilibrio en una zona altamente conflictiva, de modo mucho más eficiente si formaba parte de la Unión Europea. De esto no cabía duda alguna. Por otra parte, es miembro nato, o sea, aliado natural en materia de defensa de Europa; en este sentido, su incorporación al mercado como socio era sólo un paso más. Ya no.

Lentamente, el Gobierno de Recep Erdoğan fue islamizando (perdón por el neologismo) las costumbres más liberales, menos atadas a la religión.

Lenta e imperceptiblemente para muchos, el Gobierno Erdoğan tiende a convertirse en un régimen presidencialista, ¿teocrático?, con un único hombre al comando, sin demasiados controles de otros poderes o de la prensa, que ya de libre tiene poco o nada.

Posiblemente, Turquía no formará parte de la Unión Europea. Las "purgas" actualmente en marcha, luego del minigolpe de días pasados (¡que sólo duró 4 horas!), que produjo más de doscientos muertos entre soldados de leva inexpertos que formaban la base de la asonada y civiles simpatizantes del Gobierno, incluyen a militares "levantados" rebeldes, otros militares que no ven con buenos ojos los presuntos negociados de familiares del Presidente con el ISIS-Daesh contrabandeando petróleo en la frontera con Siria, que también irán a la cárcel. Periodistas, magistrados, empleados de la administración pública, etcétera, terminarán en galera. Hasta el asesor especial presidencial en temas militares. ¿Todo aquel que piense diferente?

Cerca de 12 mil personas en la cárcel sin proceso alguno, sólo por orden del Presidente, hoy denominado por la prensa de estos lares El Sultán. Difícilmente Turquía llegue a formar parte de la Unión Europea.

Recep Tayyip Erdogan (62 años) lo sabe y hoy, luego de las disculpas pedidas a Vladimir Putin por haber derribado un caza ruso en territorio sirio, intentará acercarse más a Rusia.

Pero hay otro motivo aún más contundente que todos los argumentos expuestos y que lo aleja definitivamente: quiere la pena de muerte para los "traidores", porque "el pueblo lo pide". En nombre del pueblo, incorporará la pena de muerte, en nombre del pueblo, reformará la Constitución, en nombre del pueblo.

Definitivamente, Turquía nunca formará parte de la Unión Europea.

 

@ZinClaudio

 

El autor es senador del Parlamento italiano. Médico y ex ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires. Periodista científico.