La vida secreta de la tía del dictador Kim Jong-un en Nueva York

Protegida por la CIA, administra una tintorería junto con su marido. Aunque lleva 18 años en la ciudad estadounidense, su objetivo es volver a Corea del Norte. FOTOS

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La tía de Kim Jong-un, el mandatario norcoreano que amenazó con barrer Nueva York con una bomba de hidrógeno, vive desde 1998 en la ciudad estadounidense, donde gestiona una tintorería junto con su marido.

En los últimos 18 años, desde que abandonó Corea del Norte para arrojarse en brazos de la CIA, Ko Yong Suk (su nombre cuando era parte de la familia real norcoreana) vivió en el anonimato. Y pese a la falta de contactos con su país de origen, aún es considerada un activo válido para la inteligencia estadounidense, que aún sabe poco de Corea del Norte.


The Washington Post
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Fue ella quien confirmó que Kim Jong-un nació en 1984 y no en 1982 o 1983 como se creía precedentemente. A través del diario The Washington Post, Ko narró su historia.

Es la hermana de la madre de Kim Jong-un, a quien cuidaba cuando iba a la escuela en Suiza.

"Nunca fue un muchacho que creara problemas, pero siempre fue irascible y siempre mostró una falta de paciencia. Cuando su madre le pedía que dejara de jugar con videojuegos o estudiara, no discutía, protestaba con una huelga de hambre", dijo Ko, recordando que a su poderoso sobrino, al que se refirió como "Mariscal Kim Jong-un", le gustaba pasar el verano en Corea del Norte, una vez terminada la escuela.


AFP
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"Cuando comenzó a jugar al básquet, se volvió obsesivo", agregó Ko. Más bajo que sus amigos, Kim Jong-un fue impulsado por su madre a jugar al básquet porque así sería más alto.

Kim supo que sería "heredero" de Corea del Norte en 1992, mucho antes de que el mundo lo supiera en 2010. Desde entonces, pese a sus esfuerzos, "fue imposible para él crecer como una persona normal", precisó Ko.

Kim eligió el marido de su tía, Ri Ganag, con quien huyó a Estados Unidos. "Hemos tenido una buena vida. Hemos alcanzado el sueño americano", bromeó Ri, quien admitió las dificultades iniciales.


The Washington Post
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Sin hablar la lengua y con poco dinero en el bolsillo, la pareja desembarcó en Estados Unidos. Pese a los muchos años pasados, quisieran volver a Corea del Norte. "Mi objetivo es volver. Comprendo a Corea del Norte y comprendo a Estados Unidos. Podría moderar entre ambos países –dijo Ri–. Si Kim Jong-un es la persona que recuerdo, conseguiré verlo y hablarle".