¡Querido, hoy cocina la impresora!

Infobae dialogó con la compañía catalana que fabricó las primeras impresoras 3D de comida

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Natural Machines es la compañía catalana que fabricó las primeras impresoras 3D de comida. Contrario a lo imaginado, esta tecnología promete. Las ventajas son múltiples: un retorno a la ingesta de productos más naturales, ahorro de tiempo y hasta de energía en la cocción, incorporación de medicinas dentro de los alimentos, reducción de desperdicios, mayor control sobre la dieta y platos con diseño, todo, en una máquina cuyo tamaño y diseño se adaptan a las cocinas modernas.

Infobae dialogó con, Emilio Sepúlveda, uno de sus fundadores.

-¿Cómo es esto de "imprimir comida"?

La verdad es que cuando dices "imprimir comida" suena artificial, pero nuestra idea es justo lo contrario. Lo que queremos es darle a la gente la posibilidad de que vuelvan a cocinar en casa con ingredientes naturales, pero sin emplear mucho tiempo. Piensa que, aunque se llame "impresión", lo que hemos hecho es transformar una fábrica de alimentos y reducirlo al tamaño que cabe en una cocina. Esta tecnología ya se está usando hoy a una escala menor. Los resultados son platos que podrías conseguir en un restaurante, pero hechos en casa. Las comidas se hacen capa a capa, usando los alimentos que desees. Por ejemplo, si piensas en ravioles, pones la masa y el relleno en cartuchos, luego la maquina pone la capa de abajo, luego el relleno y por último la tapa. Lo mismo con una pizza y otras comidas. Al final el resultado es un plato que va directo al horno.

-¿Cómo funciona la impresora?

Tiene el tamaño aproximado de un microondas. Lo que necesita son los ingredientes que van en las cápsulas o cartuchos. Las mismas pueden rellenarse en casa, con los ingredientes que desees, ser comprados prellenos. Se pueden colocar hasta cinco ingredientes en forma simultánea en el dispositivo. Si necesitas más puedes ir cambiando alguna cápsula en función de la receta que hayas escogido, la maquina los va utilizando en el momento que toca. De manera que no tienes que preocuparte por lo que pasa entre que eliges la receta y que el plato está hecho.

-¿Qué alimentos se pueden utilizar?

Se puede utilizar una variedad muy amplia. Estamos trabajando con cosas liquidas, como salsas, pero también duras como carne y pescado o masa de pan. Es importante entender que no tiene que ser una textura única, tipo papilla, sino que da lugar a diferentes texturas y sensaciones.

-¿Cuál es el potencial de esta tecnología? ¿Cuán disruptiva va a ser en nuestras vidas?

Nuestra meta final es que sea un elemento común en nuestras casas, como puede ser hoy un microondas, y que nos facilite la vida. Más allá de la confección de platos, estamos trabajando también con empresas para hacer una confección de la dieta, de modo de integrar lo que nos gusta comer con lo que es saludable. No decimos que esto es un remedio, pero sí estamos trabajando con empresas que, en lugar de fabricar pastillas, puedan proporcionar este "extra" que algunos necesitan integrándolos en nuestra alimentación.

"Queremos llegar a un momento es que esté todo integrado, comida y medicamentos"

-¿Cómo funciona concretamente esta idea de integrar indicaciones médicas a la comida?

Hay gente a la que le cuesta metabolizar algunos alimentos o vitaminas, otros que necesitan un medicamente diario porque tienen una enfermedad crónica, que tienen dificultades al tragar. Pues en esos casos la comida puede ser el soporte por medio del cual suministrar la medicación. Nosotros no somos médicos, pero si estamos trabajando con empresas que se dedican a la salud y que están pensando en integrar la medicación a la comida impresa para que el paciente no tenga que estar acordándose de tomar pastillas, jarabes o cápsulas, sino que eso ya vaya incluido en su experiencia de alimentación diaria.

-¿Pueden diseñarse los platos de acuerdo a la dieta específica de cada persona?

Sí, claro. Por ejemplo, si eres celíaco, entonces puedes imprimirte una pizza sin nada de gluten. Esto se repite con otras restricciones y recomendaciones.

-¿Qué otras ventajas presenta esta tecnología? ¿Qué impacto tiene en el desperdicio de comida, uno de los grandes males de nuestro tiempo?

Por un lado, permite volver a lo natural, a comer alimentos más sanos. En cuanto al desperdicio de comida, actualmente el 50% de los alimentos que se producen a nivel mundial se tiran a lo largo de las distintas etapas de la cadena de distribución, de almacenamiento o luego en casa. Es un problema grave nivel mundial y social y está asociado, en parte, a que cuando uno va al supermercado las porciones ya están predeterminadas por el mecanismo de distribución. Al tener este sistema en casa podemos generar la porción del tamaño preciso que queremos o que necesitamos. Aquí no hay desperdicios. Tú solo imprimes la porción del tamaño que requieres y el resto del cartucho se guarda en la heladera. Se pueden combinar con otros menús, con lo cual no se necesita repetir el mismo plato hasta que se acabe.

Es un aspecto muy importante para nosotros todo el tema de desperdicios, no sólo a nivel de los alimentos, que es grave, sino a nivel de energía. Nosotros pensamos que para llegar al usuario doméstico tenemos que integrar la capacidad de cocción, es decir, que un solo paso puedas pasar de los ingredientes a tener el plato listo para comer. Hemos desarrollado también una tecnología de cocción que utiliza solo el 10% de la energía de un horno.

Son todos temas que para nosotros van a alineados: la salud, el ahorro energético y de desperdicios son todos aspectos que hemos tenido muy en cuenta a la hora de diseñar el dispositivo

"Puede que en sólo 15 años veamos esta tecnología en casi todos los hogares"

-¿Cuánto tiempo crees que va a pasar hasta ver estas impresoras en nuestras cocinas y que no nos llame la atención?

Va a depender de la cultura de cada país. Pensamos que en unos 15 años se va a normalizar. Nosotros ya estamos trabajando con empresas que construyen sus edificios pensando en dejar de integrar el microondas para incorporar esta tecnología. Va a depender mucho de nuestra capacidad de sustituir algunas cosas que forman parte de nuestra comida hoy.

-¿Cómo reaccionaron las profesionales de la cocina, como los chefs?

Ellos entienden perfectamente que de lo que se trata es de una herramienta que les aporta nuevas posibilidades y que, en ningún caso, se trata de sustituir la función que ellos hacen. El valor de un chef está en la creatividad y en la combinación de los sabores y eso es algo que la máquina no sustituye. El 99% de los chefs lo toman como una herramienta que les va a permitir ofrecer experiencias personalizadas a cada uno de sus clientes. Hay cosas que evidentemente seguirán haciéndose a mano y hay otras que no. Piensa que en la cocina de un chef actualmente ya hay muchos aparatos que les sirven de ayuda para confeccionar sus platos. No hacen todo de cero con las manos. Hay algunos chef que son más artesanales y otros, como Ferrán Adrià que utiliza un montón de tecnología para producir impactos en sus platos.