El periodista de la BBC, Rupert Wingfield-Hayes, la productora Maria Byrne y el camarógrafo Matthew Goddard se disponían a salir del país, cuando fueron detenidos por las autoridades norcoreanas antes de subir al avión.
Wingfield-Hayes "fue trasladado a un hotel e interrogado por la oficina de seguridad en Pyongang, y fue liberado después de firmar una declaración", el sábado por la mañana, detalló John Sudworth, otro periodista de la BBC, que cubrió el congreso del Partido de los Trabajadores de Corea (PTC), en el que el líder Kim Jong-un fue nombrado presidente del partido único norcoreano.
El equipo de la cadena británica, al que se le prohibió salir del país durante el fin de semana, fue finalmente trasladado al aeropuerto y enviado de vuelta a Beijing, en China, donde aterrizó este martes.
La Comisión Nacional por la Paz, un organismo oficial norcoreano, acusó al periodista de la BBC de haber "atacado al sistema de la República Popular Democrática de Corea", después de que Wingfield-Hayes cuestionara la autenticidad de las instalaciones de un hospital donde su equipo realizó un reportaje.
Por su parte, el Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés), denunció en un comunicado: "Corea del Norte no puede aceptar la entrada de periodistas en el país y luego acosarlos mientras estos hacen su trabajo". El organismo alertó que Pyongyang es "profundamente hostil para los periodistas".
Los reporteros habían llegado al país norcoreano varios días antes del inicio del congreso del PTC, junto con una delegación de tres premios Nobel.