La lapidaria carta de Jeb Bush sobre el triunfo de Donald Trump

Desilusionado, el ex precandidato republicano a la Casa Blanca analizó el camino que terminó con el magnate como nominado. "No tiene la fuerza ni el carácter", sentenció

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 AP 163
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Ayer el clan Bush, uno de los más importantes del Partido Republicano –con dos ex presidente–, adelantó que no respaldaría a Donald Trump. Hoy, el propio Jeb Bush decidió expresar su opinión en una carta publicada en su Facebook.

A continuación el mensaje completo:

Felicito a Donald Trump por asegurarse un lugar como presunto nominado del Partido Republicano. No hay duda de que llegó con éxito al profundo sentido de rabia y frustración de tantos americanos a lo largo del país.

La tremenda ira del electorado estadounidense –ya sea republicano, demócrata o independiente– es el resultado de gente temerosa por el futuro, preocupada por la dirección de nuestro país y tremendamente frustrada por el fracaso absoluto y la incapacidad de los líderes en Washington DC.

Los votantes estadounidenses han dejado claro que Washington está roto, pero no soy optimista sobre que alguno de los principales candidatos a presidente nos ponga en un curso mejor.

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La presidencia estadounidense es un trabajo que va más allá de la política. Se requiere de su ocupante gran fortaleza, la humildad, temperamento y carácter fuerte como para hacer frente a los desafíos inesperados que, inevitablemente, impactarán a nuestro país en los próximos cuatro años.

Donald Trump no ha demostrado ni el temperamento ni la fuerza de carácter. Él no ha mostrado un respeto a la Constitución. Y no es un conservador consistente. Éstas son todas las razones por las que no puedo apoyar su candidatura.

Donald Trump no ha demostrado ni temperamento ni fuerza de carácter. Él no ha mostrado respeto a la Constitución. Y no es un conservador consistente. Éstas son todas las razones por las que no puedo apoyar su candidatura

Hillary Clinton ha demostrado ser una política liberal de poca confianza que, de ser elegida, presentaría un tercer mandato de la agenda de política exterior y económica desastrosa de Barack Obama.

En noviembre, no voy a votar a favor de Donald Trump o Hillary Clinton, pero voy a apoyar a los conservadores de principios en los niveles estatales y federal, así como he hecho toda mi vida. Para los republicanos, no hay mayor prioridad que la de asegurar que mantenemos el control de ambas Cámaras del Congreso. Tengo ganas de trabajar duro para grandes conservadores en el Senado y la Cámara en los próximos meses.

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