Las campañas se dividen en "Permanecer" (Remain) o "Dejar" (Leave) la Unión Europea y en el día de hoy ambas posiciones salieron a la calle para generar adherentes.
Faltan 10 semanas para que los ciudadanos de Reino Unido voten el denominado
No se trata sólo de una decisión política, sino también económica, cultural e histórica. Las posiciones se debaten desde hace varios meses pero ante la cercanía de la elección cada facción intenta demostrar su argumento.
El ex canciller Alistair Darling vislumbra un "desastre económico" si Gran Bretaña deja el bloque de 28 paises, lo considera "un salto al vacío" y sostiene que el país estará "más seguro, fuerte y mejor en la UE".
Según las proyecciones, el resultado del referéndum no tiene una posición ganadora clara, ya que ambos lados tienen una cantidad similar de adherentes lo que hace aún más difícil la decisión. Una encuesta realizada por la cadena televisiva ITV en su programa Good Morning Britain arrojó que el 40% de los consultados desea permanecer en la UE mientras que el 39% desea retirarse, y el resto se mantienen indecisos.
"Hay una abrumadora evidencia de que estaremos mejor siendo parte de la UE y del mercado más grande del mundo, no vale la pena arriesgarse" afirmó Darling.
Quienes dirigen la campaña "Vote Leave" (votar por dejar la UE) tienen una agenda que contempla eventos y visitas a todas las ciudades de Inglaterra, lo particular de la situación es que tanto Laboristas como Conservadores se encuentran divididos entre ambas opciones.
Por el Partido Laborista la parlamentaria Gisela Stuart y por el Partido Conservador el alcalde de Londres, Boris Johnson lideran lideran la idea de abandonar el bloque regional.
El primer ministro, David Cameron, miembro del Partido Conservador, manifestó su opinión de mantenerse en la Unión Europea pero dijo que la decisión final "está en manos de los británicos".
Cameron unió fuerzas con miembros de otros partidos políticos y realizó llamadas telefónicas personalmente a los ciudadanos para convencerlos de que "quedarse" es la mejor decisión.
El partido de ultra derecha UKIP (Partido de la Independencia de Reino Unido) y su líder Nigel Farage son impulsores de la separación y entregaron una carta en Downing Street, la sede de gobierno británico, en protesta al uso de dinero público para financiar la campaña por quedarse en la UE por considerarla desleal e injusta con respecto a la otra posición.
El líder de los laboristas, Jeremy Corbyn propuso "cambiar la Unión Europea, pero desde adentro" como un equilibrio entre ambas posiciones pero fue criticado por otros sectores políticos que catalogaron esa idea de "inútil".
Si Reino Unido deja la UE deberá reestructurar su economía, sistemas de trabajo y seguridad como así también atender nuevamente a los reclamos de independencia de Escocia quienes no quieren dejar el bloque regional. Además, el resto de los países europeos ve con preocupación la posibilidad de que los británicos abandonen la unión ya que significaría una pérdida de dinero y poderío militar muy importante para la Unión Europea.
En caso de que decidan quedarse, los sectores más conservadores de Inglaterra deberán adecuarse a las decisiones impartidas desde Bruselas en cuestiones de seguridad y el pago de impuestos regionales que consideran "desmedidos".
Los partidarios del "Leave" describen al referéndum como una "gran decisión" que está más allá de las líneas de determinados partidos políticos y que se trata de hacer "lo correcto para los intereses del país a largo plazo".
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