Brasil: el miedo al desempleo alcanzó su mayor nivel en 17 años

Según una encuesta divulgada por la Confederación Nacional de la Industria, el temor de los brasileños creció un 4,1% en el último trimestre. Entre las causas, la grave crisis económica y política del país

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El llamado Índice de Miedo al Desempleo, medido trimestralmente por la firma Ibope desde 1999 por encomienda de la CNI, se ubicó en marzo en 106,5 puntos, con un crecimiento del 4,1% frente a diciembre y del 7,8% en relación con el mismo mes del año pasado.

El nivel de marzo tan solo es superado por el medido en junio de 1999 (107,3 puntos), cuando el país también enfrentaba una grave crisis económica.

La encuesta del Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadísticas (Ibope) consultó a 2.002 personas en 142 municipios entre el 17 y el 20 de marzo.

El mismo sondeo reveló que los brasileños nunca estuvieron tan insatisfechos desde que la encuesta comenzó a ser realizada hace 17 años. El llamado Índice de Satisfacción con la Vida bajó en marzo a 92,4 puntos, con una caída del 2,8% frente a diciembre y del 2,4% con relación al mismo mes del año pasado.

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El miedo al desempleo aumentó en medio de la grave recesión enfrentada por Brasil, que ha provocado una fuerte subida en el índice de paro en el país.

Según las últimas estadísticas oficiales, el número de desempleados en Brasil saltó un 42,3% en un año, hasta el récord de 9,6 millones en el trimestre concluido en enero.

El número de personas sin trabajo en la mayor economía suramericana viene creciendo gradualmente desde los 6,45 millones contabilizados en el trimestre entre septiembre y noviembre de 2014.

La economía brasileña, en recesión, sufrió el año pasado una contracción del 3,8%, su peor resultado en los últimos 25 años, y los analistas prevén que este año el producto interno bruto (PIB) se encogerá otro 3,6%, con lo que el país encadenará dos años consecutivos de crecimiento negativo por primera vez desde 1930.

Los economistas prevén que el desempleo seguirá creciendo este año no sólo por la recesión sino también porque la actual crisis política, con la presidente Dilma Rousseff amenazada con un juicio con fines de destitución, agrava la crisis económica.