Tras la filtración de más de once millones de documentos del estudio de abogados Mossack Fonseca, varios países se comprometieron a examinar la información divulgada y a actuar contra cualquier posible evasión fiscal, mientras que muchos otros se llamaron a silencio.
El presidente francés, Francois Hollande, aseguró que todas las informaciones que sean publicadas "darán lugar a investigaciones por parte de los servicios fiscales y a procesos judiciales". Unas horas después del anuncio del mandatario, la Justicia gala confirmó la apertura de una investigación por blanqueo de dinero.
Los 11,5 millones de documentos filtrados proceden del estudio panameño Mossack Fonseca, especializado en la gestión de capitales y patrimonio, con información de más de 214.000 empresas offshore en al menos 200 países.