El Senado, nuevo escenario de las tensiones entre el PJ y el kirchnerismo

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 Nicolas Stulberg 162
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A sólo 10 días del cierre de listas para la elección de autoridades del Partido Justicialista (PJ), las diferencias entre el kirchnerismo y el peronismo tradicional quedaron una vez más en evidencia. Esta vez, el escenario fue el debate del Senado por el proyecto de pago a los llamados "fondos buitre".

"No tengo el contorsionismo intelectual que tienen algunos compañeros para justificar lo injustificable", lanzó la chaqueña María Inés Pilatti Vergara. La senadora que responde a Jorge Capitanich tuvo uno de los discursos más duros contra sus compañeros del bloque PJ-Frente para la Victoria que votaron a favor del proyecto.

Pero no fue la única. Un pequeño grupo de dirigentes que responde a la conducción de Cristina Kirchner la acompañó en las críticas a los legisladores peronistas que estaban sentados apenas a un par de bancas de distancia.

Cuando le tocó hacer uso de la palabra, la mendocina Anabel Fernández Sagasti apuntó contra los dirigentes de su partido y los acusó de sufrir con el gobierno nacional una suerte de "síndrome de Estocolmo", aquel que padecen quienes fueron secuestrados y luego se enamoran de sus captores.

El Senado fue escenario de la maratónica sesión de 14 horas en la que se convirtió en ley el proyecto de pago a los tenedores de bonos beneficiados por el juez norteamericano Thomas Griesa.

Apenas comenzada la sesión, la santacruceña María Ester Labado optó por dirigir sus críticas contra el propio jefe de su bloque, Miguel Ángel Pichetto. Aunque sin hacer directa referencia a él, la senadora criticó en duros términos los dichos del rionegrino, quien este martes aseguró que "Néstor Kirchner les pagaría" a los holdouts.

"Néstor Kirchner no hubiera votado este acuerdo", cerró la senadora, al presentar su dictamen de minoría contra el proyecto oficialista.

Su coterránea Virginia García prefirió no cargar las tintas en sus compañeros, sino en los manejos del macrismo. "En estos meses el gobierno nacional envió 10.260 millones de pesos de asistencia financiera a las provincias, pero ni uno a Santa Cruz. Por eso comprendo a los compañeros que decidieron acompañar este proyecto", dijo la cuñada de Máximo Kirchner.

La neuquina Nancy González optó por ser menos benevolente con los gobernadores peronistas que en las últimas semanas presionaron para que sus legisladores votasen a favor del acuerdo: "Quiero creer que sufrieron una presión sensacional. Quiero entenderlos, pero no puedo".

Minutos antes, la senadora habría protagonizado uno de los cruces más fuertes del debate con su compañero de bloque, Walter Barrionuevo. Durante su discurso, el jujeño adelantó que votaría a favor del acuerdo, pero se desentendió de un eventual fracaso del proyecto. "Si esto no sale bien, la responsabilidad política es de ustedes", dijo en referencia al gobierno nacional.

Cuando le tocó tomar la palabra, Nancy González cuestionó la liviandad de sus palabras: "Si esto sale mal, la responsabilidad va a ser de todos los que pongan el dedo para votarlo".

Los senadores peronistas que acompañaron el proyecto del Gobierno optaron por no responder a las críticas que el kirchnerismo les lanzó en el recinto. "Debemos mantener la unidad a cualquier precio", pidió en su discurso el entrerriano Pedro Guastavino. Poco antes, había defendido su voto como un modo de "concretar el desendeudamiento iniciado por Néstor Kirchner".

La santiagueña Ada Iturrez de Cappelini también quiso calmar las aguas: "Acá no hay vencedores ni vencidos. Está ganando el país". La senadora seguramente quiso citar a Justo José de Urquiza, pero esas palabras tienen una triste resonancia para los peronistas: fueron las mismas que Eduardo Lonardi usó en 1955 tras haber derrocado a Juan Domingo Perón.