Sergio Federovisky: "Las promesas de limpiar el Riachuelo fueron irresponsables"

El dirigente massista cuestionó las eternas promesas incumplidas y habló de las renuncias de los funcionarios macristas encargados de la tarea

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Sergio Federovisky es el único dirigente massista en el directorio del organismo encargado de la limpieza del Riachuelo. Todos los miembros restantes son funcionarios macristas de los gobiernos nacional, bonaerense y porteño. Juntos deben encarar el siempre postergado saneamiento del curso de agua.

Pero la nueva conducción empezó con el pie izquierdo: apenas días después de haber asumido, su presidente, Amílcar López, presentó la renuncia y denunció que la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar) estaba paralizada.

En diálogo con InfobaeTV, Federovisky reconoció demoras en el organismo, negó que exista un cogobierno del massismo y adelantó los planes para el Riachuelo

-¿Qué es exactamente la Acumar?
-La sigla indica que es la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo, que fue uno de los pedidos que hizo la Corte Suprema de Justicia cuando sacó la sentencia condenado al Estado en todos sus niveles, Nación, Provincia y Ciudad de Buenos Aires, por no haber resuelto la contaminación del Riachuelo a lo largo de, mínimo, 150 años. En realidad, es un instrumento que en los países normales se utiliza mucho. Tiene que ver con el gobierno de una cuenca, una especie de articulador supra-jurisdiccional.

-Está siempre la famosa promesa de que lo iban a limpiar en mil días. Después también los dichos de Juan Cabandié acerca de si vio o no vio peces en el Riachuelo. ¿Con que expectativas llegan?
-Te puedo agregar una más: el ex secretario de Ambiente (Juan José) Mussi dijo el 9 de julio de 2016 iban a cortar la cinta de un Riachuelo sin más vertidos ni vuelcos industriales sobre sus aguas. La cantidad de promesas que se han hecho han sido muchas, pero más allá de la irresponsabilidad de lanzar promesas, lo cierto es que hay algo que vincula el fracaso de todas esas promesas: la idea de que el Riachuelo se limpia casi por una decisión omnímoda de que alguien levanta un dedo y dice: "Voy a limpiarlo". No es así. Limpiar el Riachuelo no es una tarea estrictamente tecnológica o ambiental. Es una tarea básicamente política. Es reconvertir el uso de un recurso natural –en este caso un río- que ha sido deliberadamente utilizado como caño desagote durante dos siglos.

-¿Hoy existe la decisión de cambiar ese uso?
-Yo no puedo hablar por un gobierno al que formalmente no pertenezco, pero daría la sensación de que, por lo menos, existe la voluntad de iniciar esta discusión. Y no es poco.

-¿Qué hay que hacer con las empresas que hoy vierten sus residuos sobre el Riachuelo?
-Lo primero es no discutir singularidades, sino arrancar desde el proyecto que uno se imagina como sociedad alrededor del Riachuelo y poner eso sobre un plazo, que puede ser 30, 35 o 40 años y empezar a adoptar las acciones que puedan conducir en esa dirección. Para mí, el ejemplo más fabuloso ha sido la ría del Nervión de Bilbao, que en el medio de la ciudad tenía un río tan altísimamente pestilente como el Riachuelo y hoy está el museo Guggenheim.

-¿Usted forma parte de los equipos técnicos de Sergio Massa, pero fue nombrado como director por el Poder Ejecutivo por Mauricio Macri?
-Sí, el consejo directivo de Acumar está integrado por tres miembros designados por el Poder Ejecutivo Nacional, dos por la provincia de Buenos Aires y dos por la Ciudad. Como producto de un acuerdo político con el Frente Renovador, se invitó a que uno de los participantes por el Poder Ejecutivo fuese yo, en este caso representando al Frente Renovador como referente en cuestiones ambientales.

-El massismo tiene representantes en Acumar, en el Banco Provincia, en ARSAT y en la Comisión Nacional de Valores. ¿Es un cogobierno, como dice el kirchnerismo?
-No lo veo así. Yo no estoy cogobernando en Acumar. Estoy participando con mis ideas. Estoy diciendo lo mismo que estábamos diciendo durante la campaña electoral. No significa que haya un cogobierno de ninguna manera.

-Acumar fue tal vez el organismo que tuvo la primera renuncia de un funcionario macrista, el presidente Amílcar López. ¿Qué pasó?
-Como no pertenezco a la alianza de gobierno, tampoco puedo opinar sobre lo que ocurre al interior de su alianza. Creo que la situación está resuelta. Lo que produjo esa situación fue la posibilidad de encarar un Consejo Directivo que tenga muy claro cuál es el objetivo.

-¿Hoy Acumar no está paralizada, como denunciaron al renunciar?
-No. Ha habido atrasos, pero también me da la sensación de que ha habido atrasos en muchas áreas de gobierno. En el caso de Acumar, hoy estamos enfilados en un solo propósito, que es generar un organismo que trascienda. La Acumar es la autoridad de la cuenca, pero lo menos que ha hecho hasta ahora es ejercerla. Esa es la tarea que tiene que tener de ahora en adelante