Los datos del Centro de Excelencia para Estudios de Arrecifes de Coral de Australia confirman los pronósticos pesimistas formulados por la Universidad de Queensland y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos a fines de 2015: la Gran Barrera de Coral pierde su color.
La pérdida de color de los corales es causada por el aumento de la temperatura del agua, que provoca la expulsión de las algas simbióticas que aportan el color al coral.
Janice Lough, investigadora del Instituto Australiano de Ciencias Marinas dijo que las próximas semanas serán cruciales para los corales.
"Los servicios meteorológicos prevén temperaturas netamente más elevadas que el promedio durante el mes de marzo, lo que podría dar lugar a un emblanquecimiento suplementario de la Gran Barrera", dijo Lough.
El efecto podría ser menor si "hay viento y nubes", aclaró la científica.
La Gran Barrera de Coral, inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO desde 1981, está amenazada por el calentamiento del clima, las escorrentías agrícolas y el desarrollo económico.
También por la proliferación de la estrella de mar "corona de espinas" (Acanthaster planci, según su nombre científico), que destruye los corales.
Se trata del tercer fenómeno de emblanquecimiento generalizado después de los observados en 1998 y 2010. En 1998, el fenómeno había afectado a los arrecifes de corales de 60 países tropicales.
El actual fenómeno de El Niño, que reapareció en marzo y se prolongará hasta la primavera austral de 2016, puede llegar a ser uno de los más intensos en los anales de esta perturbación climática.
El Niño es un fenómeno irregular que provoca subidas de la temperatura en el Pacífico, fuertes lluvias en algunas zonas e intensas sequías en otras.