"Hagan juego": esta semana se verá un mercado más audaz

El festejo por la inminente salida del default esconde una sombra importante. Es que además de anular las leyes de Pago Soberano y del Cerrojo, la Argentina deberá pagar en efectivo a todos los bonistas que acordaron antes del 29 de febrero. Esto significa que se les deberá cancelar en efectivo alrededor de USD 1.800 millones

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Reuters
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Por supuesto, no hay muchas opciones para juntar ese dinero en una semana. Si se utilizara la política de "desendeudamiento" se tomarían los dólares de las reservas. Pero eso significa emisión lisa y llana. La otra alternativa es que el Tesoro gire los pesos al Banco Central y este le venda los dólares necesarios para hacer frente al pago. Es probable que se esté pensando en un bono en pesos para salir del compromiso.

Por supuesto que la pérdida de casi dos mil millones de las reservas puede anular la euforia de salir del default. El país queda más vulnerable por la menor existencia de divisas, aunque le queda el camino despejado para endeudarse en dólares en el mundo a tasa más baja para recomponerlas.

El precio de los bonos y del dólar en esta semana dirá que es lo que el mercado percibe del arreglo: si la desventaja inmediata de perder reservas o la ventaja de futuro de acceder al mercado internacional de capitales.

De hecho, el lunes comienza a funcionar un mercado distinto. El cierre de los bonos en dólares del viernes, cuando todavía no se había conocido la decisión del juez Thomas Griessa, no fue el más optimista. En el Mercado Abierto Electrónico (MAE) los títulos en dólares con legislación argentina tuvieron un fuerte tropiezo. El Bonar X que vence en 2017 perdió 1,58% y el Bonar 2024 1,01 por ciento. También habían bajado hasta 1,20% los cupones PBI. Pero claro, en ese momento el arreglo parecía más lejano.

La única señal positiva fue la calma del billete oficial y del "blue". La intervención del jueves del Banco Central vendiendo 41 millones de dólares había vuelto más cauto a los compradores.

Lo cierto es que con sus contras, el arreglo va a cambiar el panorama. Por lo pronto, si se tranquiliza el dólar los exportadores van a acelerar la liquidación de sus exportaciones. Salir del default calma los nervios y es probable que la ansiedad se traslade a los bonos indexados porque la inflación sigue su curso.

Los títulos en dólares también deberán subir de precio para ajustarse a la realidad de un país que va a pagar menos tasa por el crédito en dólares. El rendimiento actual cercano a 8%, va a quedar exageradamente alto.

Los bancos serán los grandes ganadores porque tienen estos bonos en sus carteras. Esta situación se va a ver reflejada en la bolsa.

Lo novedoso es que el mercado accionario ya no va a depender exclusivamente de lo que suceda con la cotización del petróleo en el mundo.

Los bonos en pesos indexados, en tanto, van a tener una demanda adicional. Se vienen las paritarias y esto anuncia un impacto adicional sobre los precios. De allí que los inversores estén tomando posiciones en el Discount que ajusta por el CER. Este bono en lo que va del mes le va ganando al plazo fijo con un aumento de 5%. Pero está subiendo menos que los títulos en dólares con legislación local que llevan acumuladas ganancias por hasta 8%.

Los bonos superan a las petroleras, pero no a los bancos cuyas acciones subieron entre 12 y 16 por ciento en lo que va de febrero.

Los inversores están tomando posiciones a cuenta de la salida del default. Los bonos impagos cotizan por encima de la par, dada la acumulación de intereses. Es una operación con ganadores y escasos perdedores. La frase que puede definir a los mercados en los próximos días es "hagan juego".