Ante los desafíos internos, las oportunidades internacionales

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Mucho se escribe sobre la política doméstica y los desafíos que tiene la administración de Mauricio Macri. La variable aritmética de los apoyos en el Congreso, la relación con los gobernadores, las discusiones salariales, etcétera. Sin embargo, el Gobierno tiene una importante fuente de poder a su disposición: el ámbito internacional. Liderazgo regional, inversiones y financiación internacionales y apoyo de líderes globales, todo puede coadyuvar a su éxito doméstico.

Para comenzar, Sudamérica se encuentra huérfana de liderazgo. Los Estados Unidos abandonaron cualquier intención de liderar la región con el fracaso del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en 2005 y el fin de la ayuda militar a Colombia. Si bien la administración de Barack Obama se anotó un superlativo éxito diplomático con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba, la última década ha mostrado a un Estados Unidos considerablemente ausente de la región.

Como la física, la política aborrece el vacío, que fue llenado rápidamente por el ambicioso Hugo Chávez, quien, proyectado por el alto precio del petróleo, pudo atraer el apoyo de varios de los países de la región. El derrumbe del precio del barril, junto con la muerte de Chávez, terminó con su proyecto político regional. Sin embargo, el gigante regional es sin duda Brasil. Pese a ello, la gran crisis política que está sufriendo Dilma Rousseff, además de la profundización de la recesión económica, hace que las energías del cuarto Gobierno sucesivo del Partido de los Trabajadores (PT) tenga como prioridad su supervivencia más que el liderazgo internacional.

Este escenario pone a la Argentina en una situación en la que no se encontraba desde hacía décadas: la de un posible liderazgo regional. Para empezar, es uno de los países que cayeron bajo el influjo de Hugo Chávez, que irremediablemente llevó al estancamiento y la inflación; también es el primero en haber cambiado su signo político. Argentina puede predicar con el ejemplo y abandonar políticas que estuvieron lejos de lograr los resultados esperados. El impacto de la pelea de los derechos humanos en Venezuela es muestra de la renovada importancia que está recibiendo la Argentina.

Dentro del Mercosur, la Argentina lidera la revitalización del bloque a partir de la búsqueda de la dilatada firma del tratado de libre comercio con la Unión Europea y de una convergencia con los países de la Alianza del Pacífico. Estos últimos han mostrado economías mucho más dinámicas y más integradas al mundo. De esta forma, la Argentina puede ser un puente entre las naciones recostadas sobre el Atlántico que experimentaron, en distinto grado, con el estatismo y aquellas más exitosas bañadas por el Pacífico.

Otra cuestión que sin duda ayudará al Gobierno de Mauricio Macri es el retorno a los mercados financieros internacionales. Por un lado, el levantamiento del veto al acceso de créditos internacionales por parte de los Estados Unidos, acuerdo con los holdouts mediante, acercará financiamiento internacional en condiciones mucho más ventajosas. Dicho financiamiento es vital para el ambicioso Plan Belgrano de infraestructura, además de ayudar a superar la situación económica actual. Por otra parte, un impensado efecto colateral de los últimos años de manejo de la economía es la concreción de inversiones suspendidas que ahora sí llegarán a la Argentina: el reciente anuncio de mil millones de dólares de inversión de Coca Cola es prueba de esto.

Finalmente, y luego de años de relativo aislamiento, el actual Presidente mantendrá un alto perfil internacional con las próximas reuniones con líderes globales como los presidentes Barack Obama de los Estados Unidos y François Hollande de Francia, entre otros. Como sucede con las inversiones, las relaciones bilaterales con numerosas naciones se pondrán al día, lo que incrementará la reputación del Presidente y de su gabinete.

La Argentina tiene frente a sí una oportunidad histórica de volver a jugar un liderazgo constructivo en la región. Frente a los desafíos internos, la administración de Mauricio Macri encuentra numerosas oportunidades en el frente externo que podrán facilitarle su éxito político doméstico. El ámbito internacional podrá ser el punto de apoyo desde el cual apalancar el éxito de su Gobierno.


El autor es analista internacional, Magister UTDTy Master University of Delaware