Las tradicionales rencillas por los despachos dentro del palacio del Congreso escalaron ayer a un nivel inédito. El bloque del Frente para la Victoria denunció la usurpación de un despacho en el tercer piso asignado a Máximo Kirchner e irrumpió en la oficina. En diálogo con Radio Mitre, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, salió al cruce de las acusaciones y explicó que la disputa responde a una reasignación de los despachos para adecuar la distribución del espacio a los resultados de las elecciones del año pasado.
"Como presidente de la Cámara tengo como función administrar la casa", explicó Monzó y añadió que la representación de los diputados "se refleja en cantidad de empleados de asesores que tienen y en los despachos para que trabajen". La distribución actual "todavía refleja un recinto de años anteriores", por lo que las nuevas autoridades de la Cámara procedieron a una redistribución.