Le niegan el título oficial a un joven con síndrome de Down que terminó el secundario

En diciembre presentó un recurso de amparo para que el Ministerio de Educación porteño reconozca su esfuerzo. En change.org ya recibió el apoyo de 76 mil personas

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En diciembre presentó un recurso de amparo para que el Ministerio de Educación porteño reconozca su esfuerzo. En change.org ya recibió el apoyo de 76 mil personas

Estudió, se esforzó y se graduó. Con el apoyo de una maestra integradora y una currícula adaptada, Alan Rodríguez terminó el secundario hace tres años. Así lo acredita su boletín y el diploma que le dieron en el Instituto Jesús María de San Vicente de Paul, de gestión privada, ubicado en el barrio porteño de San Telmo. Sin embargo, las autoridades de la Ciudad se niegan a entregarle el título oficial porque tiene síndrome de Down. Mientras espera que la Justicia resuelva su situación, una petición online superó las 76 mil firmas a su favor. Los abogados del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires se comprometieron a analizar el caso.

Con un dictamen del Inadi en la mano, que concluyó que "la conducta denunciada se encuadraría como discriminatoria", Alan presentó un recurso de amparo el último diciembre, con el apoyo de su familia y el patrocinio de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Grupo Artículo 24 por la Educación Inclusiva. La causa quedó a cargo de la jueza Elena Amanda Liberatori, titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 1 de la Ciudad.

Una vez iniciado el proceso, la magistrada convocó a una reunión urgente para buscar un consenso. Del encuentro participaron Alan, su familia y dos abogados de la ACIJ, tres letrados del Ministerio de Educación porteño, la titular de la Dirección de Escuelas de Gestión Privada (DGEP), Beatriz Jaúregui, la representante legal de la escuela junto a la rectora y su abogado, y un abogado de la Procuración General de la Ciudad.

Según supo Infobae, durante la reunión las autoridades del colegio y de la Ciudad no cedieron en su posición. La escuela argumentó que Alan no alcanzó ciertos contenidos de dos materias con contenidos adaptados y la DGEP sostuvo que "hay un vacío legal". No obstante, los abogados del ministerio se comprometieron a presentarle el caso a la ministra de Educación, Soledad Acuña. El joven y su familia están a la espera de esa respuesta, aunque la última palabra la tiene la jueza.

Alan colabora con la Asociación Síndrome de Down Argentina (ASDRA), que es una de las 130 ONG que integran el Grupo Artículo 24 que trabaja por el derecho de las personas con discapacidad a asistir a escuelas comunes y a una educación inclusiva de calidad con las adaptaciones que necesiten, tal como reconoce la Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad a la que Argentina adhirió en 2008.

En ASDRA suelen recibir a padres que encuentran trabas en ese camino. El temor de muchos suele ser que sus hijos tengan los mismos obstáculos que Alan. En efecto, el caso de Alan no es el primero. Por ejemplo, Melina Quereilhac, una joven con síndrome de Down que consiguió su título oficial 9 años después de terminar la secundaria, luego de conseguir un fallo a su favor del titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo porteño Nº 2, Roberto Gallardo.

El título no sólo será un reconocimiento, sino que le permitirá a Alan seguir estudiando, como sus 42 compañeros. Cuatro alumnas de su clase, por caso, eligieron psicopedagogía para trabajar como maestras integradoras.