"La política macroeconómica de la última gestión de Cristina Kirchner hizo caso omiso al impacto negativo que tiene la inflación en el funcionamiento macroeconómico, la inversión, el empleo, el salario y el crecimiento económico", y terminó con una disminución del salario real de los trabajadores, indica un análisis de la consultora Economía & Regiones.
Con datos finales de 2015 basados en estimaciones privadas, por la suspensión de la difusión de estadísticas de precios y actividad por parte de la nueva conducción del Indec, E&R concluyó que "el salario quedó preso de las inconsistencias de política y se fue erosionando sistemáticamente; incluso más que el PBI por habitante".
Entre 2012 y 2015 el salario promedio cayó 3,3% frente a la inflación
El trabajo privado detectó que en los últimos cuatro años "la convalidación monetaria constante que se fue trasladando a los precios y generó una inflación del 180%, determinó que los salarios corrieron por detrás de los precios; lo que generó una pérdida del poder adquisitivo del ingreso de los trabajadores en dicho período", porque nominalmente el salario promedio, privado registrado y mínimo, marcaron alzas nominales de 170%, 161% y 143%, respectivamente. De ahí surge que en términos reales se redujeron 3,3%, 6,6% y 13%, en los últimos cuatro años.
Los libros son claros
Los economistas de E&R destacan que "el desborde monetario del último cuatrienio fue causante de la inflación y arremetió contra el poder adquisitivo del salario, pese a que la teoría económica y la evidencia empírica corroboran que no hay forma de que el salario le gane sostenidamente a la convalidación monetaria en el mediano y largo plazo".
En este marco, lejos de expandirse, el salario quedó preso de las inconsistencias de política descriptas y se fue erosionando sistemáticamente.
De ahí la preocupación del nuevo Gobierno de poner el foco de su política en la reducción sostenida de la inflación, o dicho de otro modo, recuperar el valor de la moneda nacional por sobre cualquier divisa, y por eso el Banco Central comenzó su gestión con una fuerte suba de las tasas de interés y empezó a reducirla en la medida que advierte una desaceleración del ritmo del alza de los precios.