Este domingo por la noche, efectivos de la Policìa Bonaerense encabezados por el comisario general Nèstor Larrauri irrumpieron en la casa en Berazategui de Franco Schillaci, hermano menor de Vìctor Schillaci, en el marco del operativo integrado por más de 600 policías para hallar al trío fugado la madrugada anterior de la Unidad Penal No. 30 de General Alvear. Encontraron varios dispositivos electrónicos, con dos GPS en la lista y un llamativo lote de casi una docena de celulares que hoy están siendo peritados.
El mayor hallazgo, sin embargo, fue una camioneta Toyota Hilux negra; un vehículo similar había sido empleado por Schillaci y los hermanos Christian y Martìn Lanatta para continuar su huida en el barrio Belgrano de General Alvear, según revelaron cámaras del municipio. Las capturas, desafortunadamente, no mostraron la patente. Pero la patente de la Hilux hallada en el garage de Franco Schillaci revivió un viejo recuerdo.
Información de la causa a la que accedió Infobae indicó el dominio del vehículo: su chapa dice EXU 826, con Romina Valeria Tori como titular. El mismo vehículo había sido usado en 2010 por Schillaci y Martín Lanatta en su fuga tras el Triple Crimen para cruzar a Paraguay desde Puerto Iguazú, Misiones: la camioneta no reingresó legalmente al país, según crónicas policiales de la época que consignaban también el nombre de Tori. Fue capturada tras operativos policiales en ese entonces, también en Berazategui.
Hay otros hallazgos llamativos en el marco de la causa. Fuentes de los organismos de seguridad revelan que Franco Schillaci, la mujer de Schillaci y un tercer individuo retiraron tarjetas azules para circular con el vehículo; lo hicieron los tres juntos el 17 de diciembre pasado. Del tercer individuo ya se conoce su nombre: es un socio comercial de un allegado cercano a un dirigente político provincial.
Así, de cara a estas coincidencias, la investigación conducida por el fiscal de Azul Cristian Citterio toma impulso. Pierde fuerza la hipótesis de que Schillaci se habría peleado con los Lanatta, ya que no hay evidencias de que hayan circulado por separado. Voces en los altas jerarquías de la Provincia hipotetizan que los Lanatta jamás habrían dejado de generar dinero por vías ilícitas, incluso presos. Sin embargo, una debilidad en el sistema le dio una ventaja crucial a los Lanatta y a su cómplice para continuar su huída de General Alvear.
Las empresas telefónicas fueron el problema: la activación de las celdas para ubicación zonal se inició recién a las 23 horas por lentitud de los operadores privados, dicen fuentes de la investigación. Los presos se fugaron pasadas las 2 AM. El primer informe llegó casi 24 horas después.
¿Qué pasó con la custodia en el penal?