Mapa de las elecciones en Venezuela: un sistema a medida del chavismo

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Todo es optimismo en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la gran coalición opositora que, como nunca antes, está convencida de que llegó su momento. Sin embargo, para conseguir el objetivo debe superar un obstáculo mucho mayor que el hostigamiento del oficialismo y las dificultades para hacer campaña: un sistema electoral diseñado a la medida del chavismo.

La Ley Orgánica de Procesos Electorales, sancionada en 2009, estableció un esquema mixto de elección. Una pequeña parte de los miembros de la Asamblea Nacional se eligen por representación proporcional, tomando a cada una de las 24 entidades federales del país como distrito único. Pero la mayoría se elige por voto nominal. Para ello, los estados se dividen en circunscripciones o circuitos, que eligen uno, dos o tres diputados, según la densidad de población.

De las 24 entidades, a 21 les corresponden dos diputados por representación proporcional. Sólo Carabobo, Miranda y Zulia eligen tres. Como para quedarse con los dos representantes de un mismo estado es necesario sacar más del doble de votos que el adversario, gobierno y oposición se reparten prácticamente en partes iguales esos legisladores.

En consecuencia, la composición de la Asamblea se define en las circunscripciones. Un estado con poca población, como Cojedes, tiene dos diputados nominales en los dos circuitos en los que se divide. Zulia, que es el más populoso del país, tiene 12 nominales, que se reparten entre 12 circunscripciones.

¿Por qué es un sistema hecho a la medida del chavismo? Porque los circuitos están confeccionados con un nivel de arbitrariedad tan notorio que los bastiones de la oposición se concentran en unos pocos distritos muy grandes, mientras que los del oficialismo se multiplican en muchos, pequeños. El resultado es que el voto de los primeros está subrepresentado, y el de los otros, sobrerrepresentado.

La mejor prueba del desequilibrio en favor del gobierno son las últimas elecciones legislativas. A nivel nacional, el oficialista PSUV se impuso con el 48,1% de los votos, frente al 47,2% de la MUD. La diferencia fue de apenas 0,9 por ciento, pero el chavismo obtuvo un 50% más de diputados que la oposición: 98 contra 64.

A pesar de las desventajas, la MUD afronta los comicios de este domingo 6 de diciembre con perspectivas reales de ganar. Tiene dos cosas a su favor. Una es que la Asamblea se renueva completamente cada cinco años, es decir que no importa cuán consolidada sea la mayoría gubernamental ahora, ya que todos los diputados terminan su mandato.

La segunda es que la nefasta combinación de una crisis económica y política sin precedentes redujo al chavismo a su mínimo histórico, y dejó al presidente Nicolás Maduro en su máximo de impopularidad. Por eso las encuestas ya no están 50 y 50 como en 2010, cuando Hugo Chávez estaba en plena vigencia, sino que están, por lo menos, 60 a 40 hacia el lado de la oposición.

No hay dudas de que la MUD aumentará el número de escaños. El interrogante es si le alcanzará para conseguir la mayoría. El mapa realizado por Infobae muestra en qué distritos la alianza opositora puede aspirar a sumar nuevos diputados, y en cuáles prácticamente no tiene posibilidades.

En rojo están los estados dominados por el Gobierno. En todos ellos, el PSUV se impuso por más de 10 puntos de diferencia en 2010 y es muy poco probable que la MUD pueda sumar escaños en ellos. Son Amazonas, Apure, Barinas, Cojedes, Delta Amacuro, Lara, Monagas, Portuguesa, Trujillo, Vargas y Sucre (en éste la diferencia fue más acotada a nivel del estado, pero en todas sus circunscripciones superó los 10 puntos). En celeste está la única entidad federal netamente opositora, que es Anzoátegui, donde la MUD se lleva siete de las ocho bancas en juego, pero no es imaginable que pueda arrebatarle al chavismo la única que tiene, porque debería duplicarlo en la elección proporcional.

En amarillo están los estados en los que la oposición tiene puesta la mira. En todos ellos hay circunscripciones en las que perdió por menos de diez puntos, lo que le permite aspirar a ganar los diputados que se eligen en ellas. Son Bolívar, Carabobo, Falcón, Mérida, Táchira, Yaracuy y Zulia.

En negro están marcados los cinco distritos en los que el Gobierno realizó la última maniobra para ampliar su ventaja. La ley le permite modificar la cantidad de diputados que elige cada estado o circunscripción en función de las proyecciones de crecimiento o decrecimiento poblacional que hace el Instituto Nacional de Estadísticas, al que nadie considera independiente.

Así bajó de tres a dos los diputados proporcionales que elige el Distrito Capital, de modo que si antes eran dos bancas para la MUD y una para el PSUV, ahora será una para cada uno. También redujo de dos a uno los legisladores nominales que se votan en la Circunscripción 2 de Miranda, lo que privó de otro asambleísta a la oposición. De la misma manera, le agregó un representante a la Circunscripción 4 de Aragua, a la Circunscripción 1 de Guárico y a la Circunscripción 6 de Miranda, todas ellas dominadas por el chavismo. En el único caso en el que resultó beneficiada la MUD es en Nueva Esparta, ya que la Circunscripción 1, en la que es más fuerte, sumará un nuevo diputado.

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¿Qué tiene que pasar para que gane la oposición este domingo? La Asamblea quedará compuesta por 167 diputados: 51 por representación proporcional, 113 por voto nominal y 3 por la representación indígena. Para obtener la mayoría simple se necesitan 84 legisladores, 20 más de los que tiene la MUD actualmente. Si volviera a ganar en los circuitos en los que ya triunfó, y además se impusiera en todos los que están pintados de color amarillo (en los que perdió por menos de 10 puntos en 2010), alcanzaría 86 asambleístas.

Conclusión: la oposición puede amanecer el 7 de diciembre con la mayoría parlamentaria, pero prácticamente no tiene margen de error. El final está abierto.