Mejor no hablar de ciertas cosas: el torneo para Independiente empieza el próximo fin de semana

Todo el año se resume a un instante. A un puñado de minutos que terminarán siendo los encargados de aprobar o desaprobar el balance de la temporada. ¿Ya se jugaron 29 fechas del torneo? No importa: el campeonato para Independiente empieza a partir del próximo fin de semana. Sin demasiado espacio para especulaciones. Plata o plomo.

Lo de Mar del Plata se borró de la memoria rápidamente –mejor olvidar tan apática expresión–. Hay tres compromisos por delante que serán de vital importancia. O, si quieren resumirlo al llano, uno solo. La fecha con Vélez será clave para asegurar la localía en la Liguilla Pre-Libertadores, pero el primer partido en esa disputa contará con la mayor atención: un triunfo ya nos asegura, al menos, la Sudamericana el próximo año.

Y ahí empieza la preocupación principal. Los únicos dos traspiés de fuste en lo que va de la era de Pellegrino fueron en manos a manos calientes –Lanús e Independiente Santa Fe–. Cuando el equipo tuvo que sacar a relucir la chapa, perdió. Nunca lo pasaron por encima, más bien lo tragaron como arena movediza: lentamente y haciéndolo sufrir. No hubo golpes certeros, ni superioridades abrumadores. El Rojo cayó en la telaraña de esos equipos. Lo derrumbaron round a round.

Faltó personalidad y servirá –esperamos– como experiencia. En este tercer escalón no podemos tropezar con la misma piedra. Los líderes de la cinta deberán transformarse en auténticos guías del éxito. En especial el arquero, que ante Aldosivi volvió a tener una falla por su enamoramiento a la pelota que lo obnubila con su esplendor y lo deja inmóvil en cada centro, impidiéndole salir. Así, cada vez es más protagonistas de las fotos de gol rival.