Cómo evitar las lesiones en el gimnasio

La llegada de la primavera invita a la actividad física. La importancia de los chequeos médicos y la planificación con un profesional especializado

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Las temperaturas del invierno y el otoño tienen ese poder de desmotivar a la hora de ir a un gimnasio. Por eso, cuando el termómetro toma el hábito de marcar más de 20 grados, muchas personas comienzan a retomar la actividad física.


"Las lesiones en los gimnasios no son tan comunes como las que se producen en los deportes de contacto. Muchas personas creen que se lesionaron por un mal movimiento o sobreesfuerzo, pero en general este tipo de eventos aparecen debido a que había una lesión previa asintomática, que pasaba desapercibida, y que de pronto genera dolor", explicó a Infobae el doctor Sebastián Texido (M.N. 113.882), médico traumatólogo de Ineba.


Chequeo médico y traumatológico antes de empezar

Los que estuvieron menos activos durante los días fríos deben, en lo posible, visitar a un médico clínico y un traumatólogo antes de comenzar una rutina.


"Esto es muy importante por diferentes razones. Con el clínico se pueden chequear cuestiones como el corazón o la grasa corporal, entre otras. Con el traumatólogo, se pueden conocer lesiones latentes pero que no generan dolor, y así evitar su desarrollo en un mal mayor", agregó.


Texido sostuvo que, a grandes rasgos, hay dos perfiles de personas que se ejercitan en un gimnasio que son más propensas a las lesiones: "En el primero se encuentran los que no hacían nada o muy poco y de pronto realizan un esfuerzo muy grande, ponen muchas ganas, y eso se traduce en un ejercicio desmesurado, fuera de foco para su capacidad. Estas personas terminan con algún problema muscular o desalentadas por no alcanzar los resultados rápido. En el otro, los que ya vienen realizando periódicamente alguna rutina de ejercicios, que tienen el hábito y por eso se sobreexigen".


"A partir de estos estudios, una persona puede comenzar a armar una rutina acorde a su capacidad, sin generarse falsas ilusiones ni poner su físico en riesgo".


Planificar profesionalmente

Para los especialistas, las lesiones se producen cuando el paso de la inactividad al ejercicio no está bien planeado.


"Una persona sin asesoramiento comienza a levantar peso, por ejemplo, sin tener idea de cuál es el kilaje indicado. Mucha gente se toma a la primavera como la plataforma para estar diez puntos en el verano, entonces se hacen esfuerzos que no van en sintonía con la realidad", dijo Texido.


"Un error muy común, por ejemplo, es el mal uso de las pesas. Se tiende a creer que levantar mucho peso de golpe, con pocas repeticiones, ayuda a marcar mejor los músculos, cuando es al revés: siempre hay que arrancar con poquito y repetirlo mucho".


En ese sentido, Texido recomendó que "las rutinas deben armarse con un profesional. Una persona que con los estudios pueda analizar de manera responsable qué es lo mejor para cada uno".


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Para Brian Crites, preparador de más de 650 atletas para la Universidad de Maryland, resulta fundamental "guardarse el orgullo y no levantar 10 kilos en el primer día" si durante el invierno no se hizo demasiado.


"La mentalidad 'sin dolor, no hay ganancia', que tanto se repite en estos círculos, no sirve. Hay que tomarse las cosas despacio", explicó Crites a la revista Health.


Calentar antes, enfriar después

Un mal calentamiento aumenta de manera tangencial las posibilidades de lesionarse. Esta etapa previa es fundamental, ya que el cuerpo toma conciencia de que se está por elevar el nivel de exigencia.


"Cada entrenamiento tiene que comenzar con un calentamiento, esto no debería ser algo opcional. Esto ayuda a que el cuerpo se prepare para el ejercicio, ya que aumenta gradualmente el ritmo cardíaco, afloja los músculos y las articulaciones", sumó Texido.


Una vez finalizada la sesión, resulta importante realizar los ejercicios de estiramiento. Los expertos aseguran que solo se necesitan siete minutos después de un ejercicio intenso para realizar los estiramientos de forma correcta.


"Hay que estirar apenas se termina la sesión de ejercicios. Es el momento adecuado ya que los músculos se encuentran calientes y son más fáciles de estirar. Gracias a los estiramientos se consigue que los músculos tengan el mismo tono que tenían al comienzo de la actividad, pero a su vez aumenta la movilidad articular, se reduce muchísimo la posibilidad de contracturas y desequilibrios posturales", finalizó Texido.